En la Casa de Cultura del Prado ya puede verse el ajetreo previo al inicio de las obras. La persiana que durante tanto tiempo ha estado bajada debido al abandono de este edificio, ha podido verse abierta en los últimos días, mientras que fuera, en la calle, hay algunas vallas y un primer acopio de material. 

La concejala de Urbanismo, Yolanda Torres, afirmó que la empresa contratista ya ha venido visitando el espacio, al igual que el concejal de Obras, Miguel Hervás, tras la firma del contrato con la adjudicataria del proyecto, Cotodisa, por un montante económico de 1,66 millones de euros más IVA. 

«Las obras son inminentes», aseguró Torres en relación a uno de los proyectos más emblemáticos de la ciudad y para el que será necesario llevar a cabo de inicio un vaciado de algunos elementos que hay en el interior del inmueble y «reubicarlos» de cara al comienzo de la obra. El proyecto contempla la remodelación de esta infraestructura cultural que fue diseñada por el afamado arquitecto daimieleño Miguel Fisac y que ha estado abandonado desde el año 2010. 

Entre los aspectos a renovar se incluye adaptar el edificio a la normativa vigente, en aspectos como la ventilación o los aseos, pero además supone la retirada de muchos elementos añadidos en las reformas de 1979, 1987 y 1998, y la reparación de los daños desde que fue abandonado tras la apertura de la Bibliotece Pública del Estado en la avenida del Ferrocarril. 

Por ejemplo, se plantea reubicar el ascensor, para evitar que use parte de los patios interiores, la eliminación de las lamas de la fachada, que no estaban en la idea original, así como la rampa de acceso, que no cumple con el código de accesibilidad actual y tampoco fue pensada por Fisac. Falta por conocer el uso específico que se le dará.