Natural de Sevilla, Charo Jiménez volvió este fin de semana a Tomelloso para presentar su último libro titulado Mientras alguien nos recuerde. Por problemas de salud tuvo que abandonar las aulas, pero eso le dio la oportunidad de dedicarse más en cuerpo y alma a la escritura, otra de sus pasiones y que durante un tiempo, hasta que le llegó la jubilación «forzosa», compaginó con la enseñanza. A partir de entonces, «empecé a retomar cosas que tenía escritas y dedicar el tiempo y el espacio necesario a la escritura, que necesita mucha disciplina», comenta en declaraciones a este medio.
No es la primera vez que visita Tomelloso, ya lo hizo en 2015 con su primera novela Trampantojo y a partir de ahí ha ido escribiendo. Hasta tal punto que ha visto la luz una novela más, la cuarta, y que «es un homenaje» a Eulogio Serrano, un personaje sevillano que en su época fue «muy conocido y querido». Se trataba de un hombre «polifacético», pues además de ser fotógrafo y actor fundó la Agrupación de Teatro Álvarez Quintero, y «esa labor le llevó a tener mucha transcendencia». Recuerda que escribir esta última novela le vino por la amistad que le une desde la infancia con Carmela Serrano, hija del protagonista del libro. «Ella me comentó muchas veces que su padre tenía una historia de novela», y eso es lo que he hecho, «un homenaje a él y a esa época fascinante de la cultura de Sevilla» pero que también, señala, se puede extrapolar a otras ciudades como Tomelloso, donde Jiménez ha acudido siempre a presentar sus libros.
Su vínculo con Tomelloso, recuerda, se debe también a otra amiga de «toda la vida» como es Isabel Sánchez Gallardo, «quien cuando escribí mi primera novela me propuso presentarla en la localidad, y no me negué». Desde entonces, Tomelloso no falta en su agenda para presentar sus novelas, un lugar que «quiero mucho». «Siento gran cariño por su gente, su gastronomía, sus costumbres y su cultura. Llevo a Tomelloso siempre en el corazón», sentencia al tiempo que subraya que para cualquier escritor es un «orgullo» presentar sus trabajos en una ciudad como Tomelloso, cuna de grandes artistas como Antonio López, Francisco Carretero y Francisco García Pavón, entre otros muchos. «Es un orgullo y un placer. Me siento tremendamente abrumada por tanto cariño recibido de tanta gente, que desde mi primera novela siguen todos los pasos que voy dando. Al fin y al cabo la literatura consiste en crear ese puente de comunicación», argumenta orgullosa.
De momento, Mientras alguien nos recuerde es su cuarta novela, pero Jiménez descarta que sea la última, pues encima de la mesa tiene otro proyecto que está fraguando poco a poco y que confía en que vea pronto la luz. A pesar de la enfermedad que sufre desde hace dos años, «mi cabeza no para y en mente tengo hacer un libro de relato» que ya ha comenzado. «Tengo ya muchas cosas escritas y espero que no se convierta en novela y pueda realmente aparecer como libro de relato».
En la presentación, junto a la autora, participó también la concejala de Cultura, Inés Losa, y la directora de la Biblioteca, Carmen Labrador, y se escucharon las voces de María José Menacho, Francisco Navarro, Carlos Torres, Helena Moraleda y Sagrario Sánchez, quienes leyeron fragmentos de la novela. La música la puso Marieli Blanco, quien interpretó unas piezas al piano.