La Cátedra del Tajo ha propuesto este viernes bajar de 20 a ocho los hectómetros cúbicos trasvasables como máximo desde los embalses de Entrepeñas y Buendía, cuando se encuentren en nivel 3 y situación de excepcionalidad hidrológica.
Este es uno de los planteamientos que ha realizado la Cátedra del Tajo en el marco de un informe sobre el cambio de las reglas de explotación del acueducto Tajo-Segura, que han presentado en una rueda de prensa la directora de la Cátedra, Beatriz Larraz; el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, Borja Castro; y el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y doctor en Hidrología Antonio de Lucas.
Larraz ha advertido de que el Gobierno de España tiene que tener una propuesta de modificación de las reglas el 11 de febrero de 2024 con la finalidad de que el estado de los embalses de Entrepeñas y Buendía sea favorable y la gestión sea "más coherente", de modo que se puedan llevar a cabo los usos turísticos de la industria del ocio a los que tienen derecho como cuenca cedente del trasvase.
Asimismo, ha aseverado que las reglas de explotación de 2014 que ya se reformaron en 2021 "claramente no funcionan", porque desde que se firmaron estas reglas durante más de seis años los embalses han estado en nivel de excepcionalidad hidrológica e incluso ha habido 11 meses en los que se han situado en nivel 4 de trasvase 0, algo que "no es bueno tampoco para la cuenca receptora porque no pueden programar cultivos si no saben el agua del que van a disponer".
Los detalles de la propuesta. La directora de la Cátedra ha detallado la propuesta de nuevas reglas de explotación, que pasa por que en el nivel 2, cuando los embalses están más o menos llenos, la cantidad trasvasable esté fija en 16 hm3 al mes, de modo que se bajaría desde los 27 hm3 actuales a 16, desde ahora hasta el 1 de enero de enero de 2026, y a partir de esa fecha durante todo ese año que sean 13 hm3 al mes y a partir de 2017 que sean 11 hm3.
De igual forma, la Cátedra del Tajo solicita que la diferencia entre nivel 1 y 2 se suba hasta los 2.000 hm3, mientras que en la actualidad está en 1.500 hm3.
Sin embargo, ha remarcado que lo más importante es lo que corresponde al nivel 3, cuando los embalses están casi vacíos y en situación de excepcionalidad hidrológica, y la propuesta supone un trasvase máximo de 8 hm3 -20 hm3 en la actualidad-, una reducción "bastante alta" pero Larraz ha indicado que hay que ir a valores "más estrictos" para poder minimizar los meses en los cuales los embalses están en niveles 3 y 4 y dar mayor estabilidad a los trasvases.
De hecho, ha apuntado que es una propuesta muy "arriesgada" por la que se trasvasaría menos agua hasta 2027 pero de manera más constante, y desde el Levante podrían saber con tiempo el agua del que pueden disponer.
Castro: "el agua no entiende de tiempos políticos y de formaciones de gobierno". Por su parte, el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños ha urgido al Gobierno de España a revisar las reglas de explotación del trasvase pese a su situación de interinidad, porque la situación actual es "de urgencia" y hay que atajarla, ya que en los últimos 10 años se han reducido las exportaciones en un 40 por ciento y ha caído en casi 100 hm3 el almacenamiento de agua con respecto a la media de agua que entra.
En este sentido, Castro ha manifestado: "El agua no entiende de tiempos políticos, de formaciones de gobierno, de caprichos, estrategias políticas o electoralismo", por lo que ha indicado que este informe ya ha sido trasladado al Ministerio para la Transición Ecológica, al Gobierno regional, a la Agencia del Agua y a la Confederación Hidrográfica del Tajo.
La propuesta se ciñe de forma "escrupulosa" a la legislación. De su lado, el ingeniero y doctor en Hidrología Antonio de Lucas ha subrayado que la propuesta de la Cátedra del Tajo se ciñe de manera "escrupulosa" a lo que la legislación permite para poder modificar las reglas de explotación.
Ha precisado que las reglas actuales consideran admisible que los embalses estén en nivel 3 (un 20 %) y 4 (un 10 %), y buscan maximizar el volumen trasvasado reduciendo la evaporación.
Sin embargo, ha resaltado que la propuesta de la Cátedra busca, por contra, minimizar la situación de excepcionalidad hidrológica y "evitar a todo costa que los embalses estén en nivel 4" y, por tanto, estabilizar los trasvases con una explotación "más racional" del recurso.