«Tener un psicólogo en el centro de salud sería lo ideal»

M.E
-

Entrevista con Margarita Velascoín, vocal del Colegio de Psicólogos de Castilla - La Mancha.

«Tener un psicólogo en el centro de salud sería lo ideal» - Foto: Rueda Villaverde

Este sábado, 24 de febrero, los psicólogos de toda España celebraban el día de su patrón, Juan Huarte de San Juan, un médico y filósofo español del siglo XVI al que se le atribuye haber sembrado la semilla que después germinaba en forma de ciencia de la Psicología. Una fecha señalada para los 1.570 profesionales que pertenecen al Colegio Oficial de Psicología de Castilla-La Mancha, de los que 444 están circunscritos en Ciudad Real.

Su vocal en la provincia es Margarita Velascoín Fernández-Tejero, que desde esta responsabilidad aboga por la puesta en valor de este colectivo, su defensa ante el intrusismo y, sobre todo, la normalización de la atención de salud mental, mejorando sus ratios profesional/paciente y activándola desde la atención primaria.

 

Como es habitual, el día del patrón es un buen momento para celebrar, pero también para reivindicar...

De lo que se trata es de aprovechar la celebración del patrón para convocar al mayor número de compañeros, de psicólogos, para tener una apuesta en común, para hacer diferentes charlas que se están llevando a cabo, para intentar acercar la psicología a nosotros mismos. Queremos poner en valor la importancia de cuidar la salud mental, que desde el COVID parece que sí estamos un poco más mentalizados todos de esa necesidad, pero no hay que dejar de seguir trabajando en este campo y de sobre todo, normalizarlo. Igual que cuando nos duele la cabeza o la garganta acudimos al médico de atención primaria, pues cuando nos duele el alma, nos sentimos tristes, frustrados, estamos nerviosos o cualquier otro tipo de circunstancia, no debemos ocultarlo. Por ello, desde la psicología se está intentando hacer este trabajo importante, este otro tipo de prevención que es tan necesaria. 

 

Pero acudir hoy en día al psicólogo es algo que está mucho más normalizado que hace unos años, ¿no?

Es verdad que se ha avanzado mucho, se ha trabajado y se está concienciando desde todos los ámbitos. A nivel político sí que se está intentando dar este paso de la importancia de la salud mental, también desde los colegios profesionales y a nivel educativo.

 

En este sentido, ayuda que muchos famosos estén confesando con naturalidad que acuden con frecuencia a un psicólogo, como últimamente Dani Martín, Ricky Rubio, Ángel Martín, Mercedes Milá...

Así es, como youtubers, influencers, cantantes o deportistas, gente que consideramos que pueden ser nuestros referentes, y eso ayuda mucho a que esto se vaya normalizando. Ellos han dado las gracias a su psicólogo porque les ha ayudado a salir del pozo, y eso lo ve la gente de la calle y piensan que, si él ha ido, pues yo también voy a empezar a hablar y a contarlo. Porque primero hay que dar el paso de acudir al profesional, que es muy importante, y luego no sentirte como un bicho raro. La gente no tiene por qué esconder que va al psicólogo, para que no se entere nadie. La salud mental es tan importante como otro tipo de salud.

 

¿Sigue habiendo mucho complejo a la hora de acudir al psicólogo?

Se sigue escuchando la frase de que 'yo no voy al psicólogo porque no estoy loco'. En la salud mental no se trata a los locos, ni muchísimo menos, solo se ve a gente con problemas mentales, y ese es el lastre que llevamos en la salud mental. Cuando normalizamos la salud médica, ¿por qué no normalizamos la salud mental? Cuando me encuentro mal, cuando no sé qué me pasa, cuando estoy triste, cuando estoy bloqueado... Da igual que sea en la infancia, con trastornos de conducta, de hiperactividad, de la alimentación, de adicciones... Se necesita un profesional que nos ayude a encauzarlo. 

¿Una visita a tiempo al psicólogo puede prevenir problemas graves de salud mental, e incluso otro tipo de patologías? 

Hay situaciones de estrés que se pueden prevenir y que pueden evitar en un futuro no solo ese daño en salud mental, sino a lo mejor otras situaciones físicas. Si hablas con fisioterapeutas te dicen que hay gente que puede llegar con contracturas musculares por estrés laboral, por algo que se ha podido trabajar desde otros ámbitos. Ese tipo de cosas que sí que se pueden prevenir. En la atención primaria se trabaja muchas veces la salud física, pero si desde atención primaria se apostase también por profesionales de la salud mental, habría mucha prevención, e incluso se ahorrarían costes económicos, evitando el consumo de fármacos o bajas laborales.

 

¿Cuándo dispondrá el ciudadano de un psicólogo de cabecera en su centro de salud? ¿Se está muy lejos de esa posibilidad?

Creo que mucho más lejos de lo que deberíamos. Tener un psicólogo en el centro de salud sería lo ideal. Ya no nosotros, como colegio profesional, sino todo el mundo debería reclamar y luchar por eso, porque la lista de espera en salud mental es elevada. Muchas veces nuestro médico de atención primaria intenta paliar el problema mediante psicofármacos porque sabe que cuando deriva a su paciente a salud mental para que lo vea el profesional puede tardar de dos a tres meses. 

Ustedes son 1.570 profesionales en la región para un área de influencia de 2,5 millones de habitantes. ¿De ahí esas listas de espera?

Así es. El ratio de profesionales está muy por debajo de lo necesario, con lo cual esa lista de espera tan grande. Si existiera ese profesional en el centro de salud esta situación se reduciría, haría ese triaje tan importante, porque todo esto al final es una cadena. Con una atención primaria con psicólogos a lo mejor no se tenía que derivar a salud mental, con lo cual no habría esa lista de espera que existe ahora mismo.

 

Y con la ratio actual, ¿se puede garantizar una buena atención profesional al paciente de salud mental? 

Yo entiendo que los profesionales intentan hacer lo que pueden, pero claro, llegan hasta donde llegan. Si tienen un tiempo limitado por paciente, al final intenta reducirlo para tratar a más, pero se está comprobando que mucha gente se está yendo a la atención psicológica privada o a la atención psiquiátrica privada, que también se está viendo ya colapsada. Por ello, insisto, ese triaje en atención primaria sería muy importante. Tendría que haber muchos más profesionales en los hospitales y en los centros de salud mental.

Por poner un ejemplo, todos los fines de semana acuden a urgencias gente con problemas psicológicos, gente con intentos autolíticos, que se intenta solventar en ese momento y en algunas ocasiones acaban ingresados, pero en otras se les da el alta sabiendo que pueden reincidir. Todo va a depender de ese triaje previo que, a lo mejor, debería hacerse.

 

No todo el mundo se puede permitir el lujo de acudir al ámbito privado. Se quedará mucha gente fuera de la atención...

En España tenemos una sanidad pública muy buena, pero está saturada, en todos los ámbitos, donde hemos asistido a protestas y a huelgas. En salud mental somos los pobrecitos, somos muy poquitos. Además, una buena atención psicológica no se hace en cinco minutos. Yo puedo ir a mi médico de cabecera y a lo mejor me puede atender en cinco o diez minutos, pero un psicólogo no te puede ver en cinco minutos. El tiempo de atención de un psicólogo en una consulta normal va a rondar los 45 minutos o una hora. Se necesita mucho más tiempo para tener buena calidad en la atención y que además sea efectiva. Esa carencia de profesionales hace que la lista de espera sea enorme.

 

¿Las nuevas tecnologías son ya una de las causas más importantes en conductas adictivas entre los jóvenes?

Entre los jóvenes y no tan jóvenes. Ya no es solo el consumo de alcohol, tabaco o drogas. Ya el Proyecto Hombre está trabajando con conductas adictivas al móvil, que es un campo de la psicología que hay que trabajar. El primero que tiene que ser consciente de que tiene un problema y pedir ayuda es la propia persona. Hay gente que con el teletrabajo está mucho más conectada a las nuevas tecnologías, pero hay que ser también muy consciente de hasta dónde y cómo y por qué. Hay gente que incluso por estas conductas adictivas a las nuevas tecnologías ha llegado a perder el trabajo. 

En el caso de los jóvenes, tienen un gran problema de aislamiento social. Necesitan más comunicación, relaciones sociales, salir de su habitación. Las redes sociales también les bombardean con una figura que tienen que ser, pero no lo son, la necesidad del apoyo, del like en sus redes, y todo eso les va marcando. Y no se queda solo en ansiedad o depresión, hay problemas de autoestima, de conductas alimentarias, hay frustración, intolerancias, hay muchísimas cosas.

 

¿Hay que prohibir los móviles en las aulas?

No se trata de prohibir. El móvil es una herramienta muy útil que nos comunica con todos, pero, como todo, hay que saber hacer un buen uso. El problema está en ese abuso. Entonces, habría que educar cómo se utilizan estas redes, estas tecnologías, cómo se utiliza internet, cómo se utiliza ese móvil. 

El problema es que hay muchos jóvenes que tienen su vida en el móvil y no levantan la cabeza de él. Vemos que van a un concierto y están grabándolo con su móvil en vez de estar mirándolo con sus ojos. El móvil nos ha ayudado en infinidad de cosas, pero hay que saber cómo se utiliza. Incluso, los jóvenes están necesitando más gafas que antes, está habiendo más enfermedades oculares, porque le dedican mucho tiempo a mirar la pantalla. El móvil lo tienes que controlar tú, y no el móvil a ti, y la educación, en ese sentido, empieza en casa. Hay que dedicarle tiempo al deporte, a la lectura, a los amigos, al aire libre...

 

¿El intrusismo es un serio problema entre los psicólogos? ¿Pone en riesgo la salud de los pacientes?

Hay mucha gente que hace de psicólogo sin ser psicólogo, y por las redes sociales actúan aún más. Desde el colegio luchamos contra ello, pero no deberíamos ser solo nosotros, debería ser toda la sociedad. Es muy importante acudir al profesional adecuado.