La Audiencia Provincial ha empezado a juzgar esta mañana a un ciudadano tunecino acusado de un delito de agresión sexual a una menor de edad durante la feria de Ciudad Real de agosto de 2023, en cuyo recinto ferial regentaba un puesto de venta. Se enfrenta a una pena de ocho años y tres meses de prisión como autor de los delitos de abuso sexual y prostitución, según la petición de la Fiscalía, además de una indemnización por daños morales de 3.000 euros. Petición de la que difiere la Junta de Comunidades, bajo cuya tutela está la presunta víctima: su solicitud es de seis años de cárcel solo por el delito de abuso sexual, pero eleva la responsabilidad civil a los 40.000 euros, según explicaba a La Tribuna su representante legal, María Teresa Ruiz Valdepeñas. Por su parte, el abogado del investigado, Víctor Fernández, interesaba al tribunal la libre absolución de su cliente, que niega los hechos relatados en el escrito provisional del fiscal.
En la sesión de hoy, que tuvo que ser interrumpida hasta el próximo lunes por cuestiones de tiempo, la parte demandada solicitaba la nulidad de dos de las pruebas practicadas, la del registro de la tienda del feriante, de iniciales A. S., y la del consentimiento para tomarle muestras de ADN. Peticiones que el tribunal analizará una vez la vista oral quede vista para sentencia. Además, queda pendiente el interrogatorio al encausado, que se ha dejado hasta el final del juicio por petición de parte. Según ha podido saber este periódico, él negará en la sala haber abusado de la menor, e incluso haber quedado con ella en su puesto del recinto ferial.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, la noche del 18 de agosto de 2023, el acusado, que regentaba un puesto de venta de bolsos, pulseras, pendientes y otros objetos que se encontraba instalado en el recinto ferial, entabló conversación con la menor, nacida en 2008, halagándola y ofreciéndole dinero para que acudiera a su puesto al día siguiente. La menor se habría presentado al mediodía siguiente, momento en que el puesto estaba cerrado y cubierto con lonas. Una vez dentro, el acusado la habría tumbado en una colchoneta, bajado la ropa, realizado tocamientos en sus partes íntimas, besado el cuello y la oreja, y finalmente se habría frotado contra ella hasta eyacular, tras lo cual le entregó 12 euros (de ahí la petición también del delito de prostitución) y le pidió que no dijera nada a nadie. Durante la agresión, la menor lloró, a lo que el acusado respondió: "Para qué lloras si eres muy preciosa para llorar", completa la acusación del ministerio público.
Unos hechos que relataba la víctima en formato de testimonio preconstituido (grabación audiovisual), y que el acusado negará en rotundo en la sesión que queda pendiente para el próximo lunes 7 de abril, en la que también se expondrán las conclusiones finales de las partes.