La joven nadadora andaluza Anastasiya Dmytriv se convirtió en la primera gran protagonista de la delegación española en los Juegos Paralímpicos de París al ser la primera deportista en conseguir una medalla de oro, al adjudicarse este viernes la final de los 100 metros braza de la clase SB8.

Dmytriv cumplió 16 años hace unos días, pero su juventud no se hizo notar en la espectacular y ruidosa La Défense Arena. La edad nunca ha parecido ser un problema para este precoz talento, que llegó muy niña a la localidad almeriense de El Ejido procedente de Ucrania, donde nació, y que fue descubierta por Patricia Prieto, su entrenadora que andaba totalmente emocionada tras el éxito de su pupila, que ahora disfrutará además de un premio económico de 94.000 euros.

Este oro era uno de esos que se ponen en las apuestas como seguro porque 'Tasy' se presentaba en París como la actual bicampeona del mundo de la modalidad y también como campeona de Europa hace unos meses. Esta era su prueba predilecta y lo dejó claro en una demostración en la final a la que llegó avisando ya en la serie matinal sus intenciones.

Alfonso Cabello da otra medalla a España - Foto: Gonzalo Fuentes

Dmytriv fue la más rápida por la mañana con 1:22.91, un registro que pulverizó en la hora de la verdad, con el apoyo desde la grada de SM la Reina Letizia, que luego pudo felicitarla personalmente tras la recogida de la medalla. Dominó la final como una veterana, de principio a fin, y sin dar respiro a sus rivales, aunque luego en zona mixta reconoció que había llorado antes de salir a la piscina.

Ya tras la salida, la nadadora española cogió el mando de la prueba y al paso por los primeros 50 metros ya aventajaba más de un segundo a sus principales rivales. Los siguientes 50 se le hicieron un poco más largos, pero su ventaja era más que suficiente y pudo saborear la gloria paralímpica con un tiempo de 1:19.75, por delante de la británica Brock Whiston, 11 años mayor que ella, quedándose con la plata (1:19.75), y la rusa Viktoriia Ishchiulova, de 18 años, que se colgó el bronce (1:24.50). La española Nuria Marquès, de las primeras en felicitar cariñosamente a 'Tasy', acabó sexta con 1:26.58.

Dymitriv dio la única alegría a la piscina en una jornada donde no hubo más opciones. Óscar Salguero, tercer mejor tiempo en las series de 100 braza SB8, fue sexto en su final después de nadar más lento (1:12.36) que por la mañana (1:11.64). Enrique Alhambra, bronce el jueves en los 100 mariposa S13, fue quinto (1:00.86), mientras que Luis Huerta fue séptimo en los 100 libres S5, y Emma Feliu y Marian Polo, sexta y séptima en los 100 espalda S13. El relevo 4x50 libre 20 puntos formado por Sarai Gascón, Marta Fernández, Toni Ponce y Daniel Ferrer fue sexto, pese a que llegó a ir tercero.

Cabello, nuevo bronce

El ciclista español Alfonso Cabello se alzó con la medalla de bronce en la prueba de 1.000 metros de ciclismo en pista, en la categoría C5 para deportistas con discapacidad física, durante los Juegos Paralímpicos de París 2024 con un tiempo de 1:01.969.

El deportista, de 30 años, quien ya obtuvo el oro en la misma prueba en los Juegos de Tokio, quedó a solo tres décimas de alcanzar lo más alto del podio, que fue conquistado por el australiano Korey Boddington. La medalla de plata fue para el británico Blaine Hunt.

En su cuarta participación paralímpica, Cabello también competirá este domingo en la prueba de velocidad por equipos C1-5 mixto, junto al primer medallista español en esta edición, Ricardo Ten, y Pablo Jaramillo.

Nacido el 19 de septiembre de 1993 en Córdoba, Cabello se clasifica como deportista con discapacidad física debido a la ausencia de parte de su antebrazo izquierdo.

Los ciclistas de la categoría C4-5, como Cabello, presentan problemas de coordinación en un lado del cuerpo o en las piernas, limitaciones moderadas en una pierna, o la ausencia de extremidades.

Se agrupan en esta categoría debido a alteraciones en el inicio de carrera o en la potencia. Los ciclistas de la clase C4 compiten con un reloj factorizado, que opera de manera ligeramente más lenta para ajustar la competición.