Sereno, descriptivo, correcto y sin caer en contradicciones. El testimonio de José Manuel Lomas Espadas, acusado de asesinar de dos disparos a Nelson David Ramírez Carrasco, ha protagonizado este lunes la primera jornada del juicio con jurado popular, en el que se juzga la aparición en su finca de La Atalaya del cuerpo sin vida de este ciudadano hondureño en agosto de 2021. El librero jubilado, que se enfrenta a una pena de prisión de 25 años por un delito de asesinato, ha defendido su inocencia ante el tribunal, asegurando que los disparos que hizo aquella noche con su escopeta no fueron los que causaron la muerte de la víctima. "Yo no tengo esa sangre fría, no soy un matarife", ha afirmado rotundo, mostrándose "totalmente convencido" de que alguien colocó el cadáver en su propiedad con el último objetivo de echarlo de su casa.

José Lomas, a preguntas del ministerio fiscal y también de la acusación particular y de su propia defensa, ha reiterado que aquella noche actuó bajo la tensión y el "pánico terrible" propios de sorprender a un asaltante en su finca y ver destrozos tanto en los candados de la puerta del almacén de las herramientas como en el sistema de riego. "Aquello era una situación de guerra, y yo prefiero morir defendiendo mi casa antes que salir huyendo y dejarla en las manos de maleantes", decía con contundencia: "Pensé que iban a por mí".

Lomas ha relatado que, en la obscuridad de la noche, pudo ver un "bulto extraño" con portando una motosierra, lo que consideró una gran amenaza, pero que en ningún momento cambió de posición pese a los tres disparos que ejecutó con su escopeta modelo Víctor Sarasqueta, primero dos, uno a cada lado de la figura y en dirección a los tejados, y una tercera detonación después de entrar en su casa para recargar el arma. Ninguno de estos disparos, ha sostenido Lomas, pudo alcanzar a Nelson David, y por ello asegura que él no lo mató y que alguien colocó su cuerpo en el patio: "Parecía un montaje, una trampa para sacarme de mi casa. Cuando me dijeron que había un cadáver el primer sorprendido fui yo".

"Prefiero morir defendiendo mi casa antes que salir huyendo" - Foto: Rueda Villaverde

José Lomas, que estuvo en prisión provisional nueve meses y medio, recordó que la tarde anterior otra persona, que no era la víctima, le visitó en su casa y le aseguró que alguien iba a visitarle al día siguiente, ante lo que él le respondió pidiéndole que se marchara, "a lo mejor diciéndole que lo iba a matar si no lo hacía". Según su testimonio, llevaba muchos años viviendo con miedo en su casa, por los continuos asaltos que había sufrido su propiedad, hasta el punto de tener todas las ventanas al exterior tapiadas. También justificó no haber llamado a la Policía al descubrir al asaltante aquella noche porque había perdido la confianza en las fuerzas del orden tras numerosas denuncias en las que no se produjeron ni detenciones y la recuperación de los efectos sustraídos. José Lomas solo llamó a la Guardia Civil y a la Policía Nacional después de disparar, "porque era una situación de emergencia".

La madre de la víctima: "Era una buena persona"

"Prefiero morir defendiendo mi casa antes que salir huyendo" - Foto: Rueda Villaverde

Tras el interrogatorio del investigado, esta primera jornada del juicio con jurado popular, que acoge hasta el viernes la Audiencia Provincial, proseguía con los testimonios de la madre del fallecido y de tres de sus hermanos. Todos ellos lo describían como "una buena persona" y aseguraron desconocer que tenía una lista de antecedentes policiales de hasta 36 detenciones por parte de la Policía Nacional y 9 por la Guardia Civil, ni que consumiera drogas, como así se lo cuestionaba la defensa de Lomas. Entre esos antecedentes figura un homicidio en grado de tentativa en Manzanares por atropellar a un ciclista que le había visto conduciendo una furgoneta robada. Sin embargo, sus familiares han defendido que Nelson David sí tuvo algunos problemas con la justicia, pero porque le confundieron con otra persona.

Lo que sí reconocieron su madre y sus hermanos fue que, tras trabajar para el ejército español durante dos años, Nelson David entró en depresión, aunque sin la necesidad de ningún tipo de tratamiento psiquiátrico.

La Policía: "Nos dijo que le había disparado dos veces a una persona"

En este primer día de vista oral también han pasado por la sala los agentes de la Policía Nacional que participaron en el atestado tras acudir al lugar de los hechos, tras ser alertados por teléfono por el propio José Manuel Lomas. Al llegar a su finca se encontraron el cuerpo de Nelson David tendido boca arriba, con dos disparos, y con una motosierra a su lado, sin usar y con la funda de la pala puesta. "Nos dijo que había disparado dos veces sobre una persona", recordaba uno de los policías. 

Según sus informes, la hipótesis que barajaban es que la víctima trepó por un árbol exterior para saltar el muro de la propiedad de Lomas y acceder al patio. Allí, valiéndose de herramientas como una azada o un tubo de riego que había cogido de un almacén, intentó forzar la cerradura de una puerta que daba acceso a otras estancias. En el lugar encontraron el cuadro del riego automático roto, aunque no les pareció "un escenario de guerra", como así lo habría descrito el acusado. "Parecía muy tranquilo, aunque nos decía que había sentido mucho miedo y temía que podía haber otras personas implicadas en el asalto", han relatado los agentes, que han constatado que la visibilidad en el patio donde sucedió todo era muy escasa al ser de noche y no haber iluminación artificial.