El sector cinegético regresa a índices prepandemia

A. Criado
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Aproca y Atica demandan a la Administración regional un plan de recuperación de la caza menor debido a la delicada situación que atraviesa la perdiz roja

Un cazador, durante una montería en Ciudad Real. - Foto: P. L

La temporada hábil de caza en Castilla-La Mancha afronta sus últimos días con sensaciones encontradas en la caza menor, que pasa por serias dificultades, y la caza mayor, que ha vuelto por sus fueros. Ofrece también un dato que invita al optimismo: el impacto económico ha regresado a índices prepandemia. Según datos del Ejecutivo autonómico, la actividad cinegética cuenta con 115.000 licencias en la región, moviliza alrededor de 600 millones de euros y crea 14.000 empleos, lo que representa el 1,7% del Producto Interior Bruto (PIB).

La cruz está en la caza menor, con la delicada situación que atraviesa la perdiz roja. «Se ha cazado lo mínimo o nada en una de las peores campañas que recuerdo en 30 años», subraya el presidente de la Asociación de Propietarios y Titulares Cinegéticos (Aproca), Luis Fernando Villanueva, que pone de relieve el ejercicio de «responsabilidad» de los titulares de los cotos, con el objetivo de preservar a las madres y garantizar que haya ejemplares para la próxima temporada. La población de liebre sigue diezmada por la mixomatosis, especialmente en la comarca de La Mancha, mientras que hay zonas con sobrepoblación de conejo y otras muy castigadas por la enfermedad vírica hemorrágica.

Villanueva demanda a la Administración regional «un plan de recuperación de la caza menor que no sólo implique inversiones, sino una modificación del modelo actual». Una petición a la que se suma la presidenta de la Asociación de Titulares de Cotos de Caza (Atica), Ángela Ormeño, que recuerda que fue uno de los puntos introducidos en el Pacto por la Caza de Castilla-La Mancha, al tiempo que valora la gestión de los cotos en relación con la perdiz roja, «muy afectada por el tema meteorológico».

En lo que a la caza mayor se refiere, la otra cada de la moneda, la presidenta de Atica destaca la recuperación de las monterías, «una fuente de ingresos muy importante para la región». Subraya, en este sentido, la presencia de muchos cazadores extranjeros, especialmente de Francia y Bélgica, pero también rusos, finlandeses y de los países escandinavos. Ormeño considera que, en términos económicos, el sector cinegético «ha regresado a índices prepandemia e, incluso, los ha superado».

Villanueva coincide en este diagnóstico, a pesar de que la enfermedad hemorrágica epizoótica ha afectado gravemente a las poblaciones de ciervos, «entre un 5% y un 20%, según la zona». «El sector cinegético goza de buena salud y es muy importante para muchos municipios de la región a la hora de crear empleo y fijar población», enfatiza el presidente de Aproca. «Es un sector fundamental para nuestra tierra y las administraciones no deberían tener ningún tipo de reparo o vergüenza en apoyarlo», apostilla Ormeño.