La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha implantará 37.500 plantas en las dehesas de cuatro montes de utilidad pública de la provincia de Ciudad Real. El jefe de sección de Vida Silvestre de la delegación provincial de la Consejería de Desarrollo Sostenible, Víctor Díez Urbano, asegura que el objetivo es ofrecer unas «densidades óptimas» en estas zonas, principalmente de encinas. En relación a este aspecto, no será la única actuación que llevará a cabo el Gobierno regional, pues a principios de diciembre, la portavoz del Ejecutivo autonómico, Esther Padilla, anunció que el Consejo de Gobierno autorizó a la empresa pública Geacam la contratación de un suministro de protectores para las plantaciones en estos ecosistemas forestales pertenecientes a la Red Natura en las provincias de Ciudad Real y Toledo.
De esta forma, y según los datos facilitados por el Gobierno regional, en la provincia se implantarán 37.500 plantas en cuatro montes públicos. Uno de ellos, será Los Pilones, titularidad de la Junta de Comunidades, donde se pondrán 30.200 plantas de alcornoque, 2.000 de ellas con protector tipo cactus. mientras el monte de titularidad regional La Garganta se plantarán 4.000 quejigos, todos con protector tipo cactus. Junto a estos dos montes, el conocido como Dehesa Boyal de Picón, propiedad del Ayuntamiento, se implantarán 2.000 plantas, también con protector, y el monte el Rincón y Chiquero, que depende del Ayuntamiento de Luciana, se pondrán 1.300 encinas. Todas con protector tipo cactus. Estas ,las de Luciana, «son las únicas que está previsto plantarlas en esta temporada», que comenzó entre los meses de octubre y noviembre, «cuando la sabia está parada», y finalizará en primavera.
Para llevar a cabo esta actuación en Ciudad Real y Toledo, «las dos únicas provincias de la región con dehesas», el Ejecutivo autonómico que preside Emiliano García-Page, cuenta con un presupuesto de más de 470.000 euros. El protector consiste en una malla que envuelve al arbusto a fin de que «no se vea expuesto a las agresiones de la fauna silvestre y del ganado», como así explicó Padilla durante la rueda de prensa. «El objetivo que se persigue es que el ganado no se coma las plantas», comenta, en declaraciones a La Tribuna, Díez Urbano, quien enfatiza que es la primera vez que se realiza esta acción en dehesas y alcornocales que «ya están plantadas pero que necesitan un refuerzo, es decir, una densificación». «Se trata de una iniciativa muy importante porque hay dehesas muy claritas. Parecían un pastizal con algún árbol suelto. Al estar muy pastoreadas faltaba renovación, por lo tanto se necesitaba más densidad», argumenta el jefe provincial de la sección Vida Silvestre.
Desde el Gobierno regional se subraya que hay que tener en cuenta que estas actuaciones no tienen nada que ver con la Orden 178/2018, de 3 de diciembre, de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, por la que se establecen las bases reguladoras de las ayudas para la reforestación y creación de superficies forestales en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha 2014-2020.