Nacho Navarrete cumple su segunda temporada en el Manchego. El centrocampista chileno llegó al club ciudadrealeño en el mercado invernal y este verano terminó aceptando la oferta para continuar, siendo ahora uno de los capitanes de la plantilla. "La decisión de seguir fue difícil por lo personal, pues la familia está en Chile y la idea es que cuando acabe el curso vengan a España. Pero en lo futbolístico no hubo ningún problema, hablé con Matías (director deportivo) y no lo pensé", ha aclarado.

Ya conocía el fútbol español, pues había jugado en el Cádiz, Granada y Hércules, y espera que el equipo consiga el objetivo marcado a través del trabajo diario.

A sus 30 años ha disputado como titular las dos jornadas que ya se han jugado y asegura que lo importante es que en el vestuario del Manchego "hay un buen grupo. Estamos construyendo una familia". En este sentido, pone como ejemplo la victoria ante el Socuéllamos, en la que el autor del único gol del encuentro fue Álex Galán, que acababa de entrar en el campo. "Fue un triunfo que llegó desde el banquillo y esa es la clave, que todos somos muy importantes".

En cuanto al partido del domingo en el campo del Villarrobledo, espera un partido muy duro, pero apuesta por hacer "nuestro juego".

Finalmente, y como curiosidad, desveló que el colegiado del partido ante el Socuéllamos le dijo que le había anulado el gol en un saque de esquina "por falta al portero, pero yo no le toqué, estaba un metro delante de él", confesó el chileno.