El Caserío Ciudad Real afronta este domingo en el Quijote Arena (12 horas. Arbitraje de García Camino y Arcos Adeva) una auténtica prueba de fuego en su lucha por disputar la fase de ascenso a la Liga Asobal. Los de Santi Urdiales regresan al pabellón manchego, donde solamente han perdido un partido esta temporada, y el único objetivo es sumar la victoria ante el Eón Alicante, otro conjunto que aspira a disputar la fase de ascenso y al que aventaja ahora mismo en 5 puntos.

Tras la derrota frente al Cisne de Pontevedra, los amarillos necesitan reponerse cuanto antes y qué mejor que hacerlo ante su afición para obtener dos puntos que tendrían un efecto balsámico y que les consolidarían en esa zona de privilegio.

Nico Ayúcar, en la fase final de la recuperación de su lesión en el hombro, es la única baja confirmada por parte de los manchegos, si bien, Palacios no ha podido entrenar durante la semana al mismo ritmo que sus compañeros por unas migrañas. Javi Ortiz, técnico ayudante de Santi Uriales, que esta semana ha estado concentrado en el CAR de Sierra Nevada con las categorías inferiores de la selección española, asegura que el equipo ciudadrealeño está "con mucha ilusión y muchas ganas de volver a ganar y seguir mejorando".

Metidos ya en el último tercio de competición, Ortiz no oculta que disputar la fase de ascenso es la motivación que tiene ahora mismo el equipo, cuando al inicio de la campaña la prioridad era lograr la permanencia, un objetivo que virtualmente tienen conseguido. Para ello, hacerse fuertes en casa es innegociable y, por eso, solicitan también el apoyo de los aficionados.

Enfrente estará un Eón Alicante que partía la temporada como uno de los grandes favoritos al ascenso, pero que no ha encontrado la regularidad necesaria para estar en la zona más alta de la tabla. Este verano fichó al ciudadrealeño Carlos Fernández, que se lesionó de gravedad en septiembre.