El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado la celebración de una cumbre bilateral con Palestina antes de que acabe este año, después de que de procediera a reconocer el Estado palestino el pasado 28 de mayo.
Así lo ha hecho durante el acto de arranque del curso político en el Instituto Cervantes, en el que ha enumerado las prioridades del Gobierno para los próximos meses, entre las que ha incluido la paz, y en el que ha estado arropado por una docena de ministros, incluida la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y representantes de la sociedad civil.
"Desde el Gobierno de coalición progresista llevamos mucho tiempo preocupados y por tanto ocupados por la creciente inestabilidad que afecta al arco territorial que rodea Europa", ha asegurado, mencionando expresamente los conflictos en Ucrania y Gaza así como la inestabilidad en el Sahel.
Según ha indicado, el Gobierno tiene la intención de estrechar los vínculos con el Estado palestino, al que se reconoció como tal el pasado mes de mayo de forma simultánea con Irlanda y Noruega, y por ello "antes de que termine este año" se celebrará la primera cumbre bilateral con Palestina en la que "esperamos firmar varios acuerdos de colaboración".
"Vamos a seguir apoyando al pueblo gazatí, sosteniendo a UNRWA", la agencia de la ONU que ayuda a los refugiados palestinos y a la que el Gobierno ha incrementado la financiación en los últimos meses, así como "presionando" al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, "en la Corte Penal Internacional".
El presidente ha llamado la atención sobre el hecho de que "16 de los 18 países que configuran nuestra frontera sufren la lacra del terrorismo, cinco están en guerra, seis han padecido golpes de Estado o intentos de golpes de estado y nueve han virado hacia formas autocráticas de gobierno".
Aumento de los flujos migratorios
"Esta inestabilidad está íntimamente ligada al aumento de los flujos migratorios irregulares y es evidente que deriva de la mayor agresividad" del presidente ruso, Vladimir Putin, y del yihadismo", ha sostenido, recordando que España acoge a 215.000 refugiados ucranianos "de los cuales nadie habla cuando hablamos de migración" y prometiendo la continuación de la ayuda a Ucrania.
Así las cosas, ha lamentado que "poco se habla de la situación en el Sahel y mucho tenemos que hablar de cómo resolver la situación en el Sahel" y ha adelantado que el Gobierno va a aumentar la presencia en África Occidental y a ayudar a estos países con "mejores recursos para proteger sus fronteras y combatir las mafias que trafican con seres humanos".
En este punto, ha prometido que se seguirá impulsando acuerdos de migración circular, como los firmados la semana pasada con Mauritania, Gambia y Senegal durante su gira, "para que las personas que quieran venir legalmente a trabajar, formarse y luego poder regresar a sus países y desarrollar localmente sus economías lo puedan hacer y llenar, lógicamente, las vacantes que tenemos en España".
"Es decir, frente a las deportaciones masivas de algunos y mandar fragatas de otros, lo que propone, en definitiva, el discurso de la xenofobia, este Gobierno de coalición progresista va a continuar articulando una política migratoria humanista que respete el Derecho Internacional Humanitario", ha remarcado.