Los vecinos de Ciudad Real que rondan los 30 y los 40 recuerdan un tiempo en que Jugarama era una de las actividades más esperadas del año. Entrar al pabellón y ver las zonas de videojuegos, la de juegos de mesa o las actividades cada día, con su programación, era como estar en medio de la feria de agosto, solo que con jersey y un abrigo a cuestas. Esa sensación es la que deja al entrar al Ifedi estos días. Jugarama recupera el presupuesto que tuvo y la intención es que sea, de nuevo, el referente que fue, algo que logró ya en su primera jornada, duplicando la cifra de asistentes en su inauguración, tal y como subrayó el concejal de Juventud, Pau Beltrán.

Además, la idea es que Jugarama no esté pensada solo para los más pequeños, por lo que se ha creado, por ejemplo, una zona Gamer, donde los mandos de las videoconsolas más conocidas están muy cotizados. No faltan tampoco porterías de fútbol y canastas, para aquellos que quieren demostrar su destreza deportiva más allá del mundo virtual. Y uno de los cuatro pabellones se ha convertido en una pequeña feria, con atracciones como los coches de coche y el torito loco, colchonetas e hinchables ambientados en Mario Bros y puestos de crepes, gofres, algodón, palomitas y otras dulces exquisiteces.

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Uno de los talleres más demandados es el de manualidades, donde no podían faltar los pintacaras, y también tienen una gran aceptación las animaciones y los espectáculos programados en el atrio del Ifedi. Además, los padres (y muchos abuelos) cuentan con un espacio propio, con puestos de comida y bebida, para que puedan tomarse un merecido respiro mientras sus hijos no paran de jugar.