El 77 por ciento de las empresas de Castilla-La Mancha tiene actualmente facturas pendientes de cobro. Así lo destaca el nuevo 'Informe Europeo de Pagos' realizado por Intrum. A nivel nacional, la cifra asciende hasta el 81 por ciento.
Tal y como declara la firma de servicios de gestión de créditos, en el último año, tres de cada diez compañías de Castilla-La Mancha han tenido que cancelar forzosamente deudas incobrables con parte de sus ingresos empresariales. Comparado con la media de España, la región está ocho puntos porcentuales por debajo de la cifra nacional (actualmente ubicada en el 38 por ciento).
Del total de entidades que declaran que no han podido facturar las cuantías que les correspondían de sus clientes, el 36 por ciento lamenta no haber mejorado sus prácticas de cobro. Frente al 48 por ciento en España.
De la misma manera, un tercio de las empresas castellano-manchegas cree que tendría que haber realizado una mejor evaluación del riesgo crediticio antes de firmar un contrato con un cliente.
También el 36 por ciento de los encuestados considera que le hubiera gustado haber prestado una mayor atención a los retrasos tempranos para hacer frente a los impagos. Según Intrum, las cifras «subrayan la importancia de ajustar las estrategias financieras y de cobro para mitigar el riesgo de impagos y asegurar la salud financiera del negocio.
Entre las conclusiones del estudio destaca la preocupación de las empresas sobre la puntualidad de los pagos de sus clientes. En el caso de Castilla-La Mancha, siete de cada diez entidades muestra esta postura. Unas cifras que ha aumentado tres puntos porcentuales desde 2022.
Además, el informe alerta de que la mitad de los negocios de Castilla-La Mancha incrementarán el riesgo de retrasos o impagos de sus clientes en los próximos 12 meses. Pese a que la incertidumbre es más severa en el conjunto nacional, el porcentaje de inquietud de las compañías ha disminuido del 67 por ciento de 2023 al 60 por ciento en este año.
principales retos financieros. Intrum revela que al consultar a las empresas de Castilla-La Mancha sobre los desafíos que presentarán y afectarán a la hora de cobrar a sus clientes durante el próximo ejercicio, el principal reto está vinculado a los problemas de abastecimiento con la cadena de suministros (un 70 por ciento, mientras que la media española se encuentra en el 59 por ciento).
Los deudores con dificultades financieras son la segunda causa a tener en cuenta (representando a dos tercios de las empresas de la región). Le sigue de cerca el impacto de los elevados tipos de interés (un 62 por ciento así lo declaran), la alta inflación (59 por ciento) y la ineficiencia administrativa entre sus clientes (58 por ciento). «Todas estas cifras reflejan un entorno complejo con el que deben lidiar las empresas de Castilla-La Mancha», concluye el informe.