Nació en Malagón hace 23 años y, como casi todos los niños del pueblo, empezó a jugar al fútbol en el colegio y en las escuelas municipales. Muy pronto despuntó y en él se fijó la Escuela de Fútbol de Ciudad Real, que lo traía para la capital como infantil. No duró mucho aquí ya que enseguida movía ficha el Albacete Balompié, que lo incorporaba a su cantera con 15 años. Solo un año después llamaba a su puerta uno de los clubes con más solera del fútbol andaluz y también un histórico del fútbol español, el Málaga CF. Poco a poco, desde categoría juvenil, fue subiendo peldaños hasta hacerse un hueco en el primer equipo, con el que hace unos días lograba el ascenso a Segunda División. En cuestión de siete años, aquel niño malagonero ha visto cumplido su sueño de alcanzar el fútbol profesional.
Su nombre es Diego Murillo Domínguez (14 de marzo de 2001) y ya no es ningún desconocido. Pese a su juventud, se ha ganado la confianza de su entrenador, Sergio Pellicer, quien lo ha utilizado en varios partidos en esta mágica temporada para el Málaga CF, que conquistaba el ascenso a Segunda. Lo hacía marcando un milagroso gol en el minuto 124, con el malagonero viviéndolo desde el banquillo.
Diego Murillo es defensa central y mide 1,82. Perteneciendo al filial malagueño, el año pasado ya debutó en Segunda con el primer equipo, pero resultó algo puntual. Una fractura en el codo rompía su buena trayectoria, en un año para olvidar ya que el Málaga perdía la categoría y bajaba a Primera RFEF. Pero esta temporada ya ha disputado 15 partidos, 11 como titular y anotaba un gol. Un gran rendimiento que llevaba al club a ampliar su contrato hasta 2027.
Murillo, con su entrenador, Sergio Pellicer. - Foto: LT Málaga CFTras lograr el ascenso al fútbol profesional, Murillo quiere más: «Jugar algún día en Primera es uno de mis sueños de niño», reconoce, y se imagina siguiendo los pasos de su paisano Ramón González.
De momento disfruta de este ascenso, «algo histórico» para una ciudad que no se merece menos puesto que ha metido más de 20 mil personas en La Rosaleda, pese a jugar en la tercera categoría nacional. El malagonero acaba de iniciar sus vacaciones, aunque ya desea que arranque un nuevo año en el que espera dar otro gran paso adelante en su carrera.