Hace unos años, el día siguiente de Reyes era un periodo clave para el comercio de la capital. El periodo de rebajas arrancaba y con él empezaba una pugna en los escaparates con prendas que, de la noche a la mañana, venían marcadas con el doble precio, el de antes de Navidad y un segundo, un 30 o un 50% más barato, tras las fiestas. Se trata de una época que parece que ha dejado de existir por dos motivos. Primero, porque se ha impuesto una moda en los escaparates de esconder el producto, con anuncios tras la vitrina donde solo se muestra el ahorro. Quien quiera ver lo que se vende debe pasar al interior del comercio. En segundo lugar, los descuentos son ya un continuo, lo que hace muy difícil distinguir este periodo de después de Navidad del que había la semana pasada con rebajas de fin de año, las de Nochebuena o las que hubo semanas antes con el Black Friday. 

A este punto apela Pedro Luis Calero, encargado de la tienda Los Jóvenes, cuando se le pregunta por cómo afrontan estas rebajas. Asegura que es un periodo casi inexistente por el impacto de las franquicias. «Hay gente que está de rebajas todo el año», indicó Calero, señalando que son descuentos donde se rebajan unos euros cada semana, cambiando precios cada pocos días. «Se han cargado absolutamente toda la campaña de invierno», indicó, recordando que se hace algo de venta por el Black Friday, «que tampoco es un desmadre», y luego sigue un segundo momento, entre el15 de diciembre hasta el 15 de enero, «alargando mucho» ese periodo de ventas navideñas. A partir de ahí, indicó, se piensa más en la época de ceremonias que en comprar abrigos. 

«No están empezando todo lo bien que deberían empezar», señaló José María Ruiz, presidente de Pymereal, quien indicó que hay mucha gente que aún está metida en los cambios de regalos de los Reyes. Por este motivo, cree que hay dos claves del comercio para esta época de rebajas, como son que el descuento debe ser grande de inicio, algo que en su negocio Gass, harán en los próximos días, con un 20 o un 30 por ciento de rebaja directo. Lo segundo es atender a esas personas que recorren las tiendas y que buscan «un chollo o una ganga».