Ciudad Real perdió población en la 'batalla demográfica' con el resto de provincias de España. Más de 500 habitantes. El saldo migratorio interior volvió a ser negativo con 29 territorios, se empató en uno, con Guipúzcoa, y se 'ganó' a 21 provincias y regiones, entre ellas, la Comunidad de Madrid, que en la últimos años ha sido la gran aspiradora de la migración interprovincial de Ciudad Real y del resto de zonas de su entorno.
En 2023, sin embargo, fueron más los madrileños que llegaron que los ciudadrealeños que se fueron. 22 más en concreto. Y eso no había pasado en los últimos 13 años, desde la crisis de 2008, con la excepción del pandémico 2020, cuando la gente hizo las maletas para dejar las grandes ciudades y refugiarse en provincias menos pobladas. Quitando el paréntesis del COVID, lo normal es que la provincia perdiera unos 700 habitantes cada año entre los que iban y venían de Madrid, con periodos, como 2015, en el que esos movimientos migratorios le costaron a Ciudad Real más de 1.200 habitantes. Aun así, Madrid sigue siendo el principal polo de atracción de los habitantes de la provincia que cambian de aires. Uno de cada cuatro que se marcha a vivir a otro punto del país acaba allí. El año pasado, más de 2.200, una de las cifras más altas que anota el Instituto Nacional de Estadística. Así que la novedad se produce entre los que llegan. En 2023, un total de 2.283. Nunca vino tanta gente de Madrid a vivir a la provincia, según las cuentas del INE. En 2016, por ejemplo, apenas un millar de madrileños cambió su residencia por Ciudad Real.
La siguiente provincia que más población suma a los habitantes de Ciudad Real fue Toledo, a un ritmo casi tres veces inferior a lo que supone la emigración madrileña. Llegaron de allí 857 personas. Barcelona fue la tercera provincia que más nuevos ciudadrealeños aportó, 401, mientras Alicante añadió 337 vecinos. Entre los que se van, además de a Madrid, destaca, también Toledo, el segundo destino para 823 personas que antes vivían aquí, y por delante de dos provincias pegadas al Mediterráneo: Valencia, que acogió a 445 personas llegadas de Ciudad Real, y, de nuevo Alicante, el nuevo hogar de 413 ciudadrealeños.