Aunque en el calendario el verano acaba mañana, el sector turístico sabe que con la llegada de septiembre, la campaña estival, la temporada alta echó el cierre. Y si las primeras impresiones eran que el verano había sido bueno, pero no tanto como lo esperado, ahora las cifras del INE les vienen a dar la razón. Ciudad Real perdió visitantes durante la campaña estival en comparación con la de 2022, aunque las cifras de turistas recibidos en junio, julio y agosto están cerca de los niveles anteriores a la pandemida del coronavirus. 

Según el INE este verano han pasado 120.928 personas por hoteles de Ciudad Real, donde realizaron 195.455 pernoctaciones. Son 4.500 menos visitas y 15.000 noches de hotel menos que en el verano de hace un año, que fue el tercero mejor en lo que va de siglo. Solo 2007 y 2019 fueron mejores. El turismo se enfrió en el verano más caluroso que se recuerda y eso que los precios no subieron como pasó en el resto del país. La tarifa media diaria en verano, en los hoteles del conjunto del país crecieron un seis por ciento de media. En Ciudad Real en junio subieron el 0,78% y se abarataron un dos por ciento en julio y el 0,81% en agosto. 

El turismo pinchó en verano no solo en Ciudad Real. En una docena de destinos de interior hubo menos visitas y menos pernoctaciones. Valladolid a la cabeza, junto a Burgos, Jaén, Badajoz y Cuenca. Esa pérdida de visitantes dejó a Ciudad Real a la cola de la rentabilidad que obtuvo el sector turístico por habitación disponible. En junio, julio y agosto, los hoteles de Ciudad Real fueron los que menos dinero ingresaron de toda España. En ningún mes se superaron los 20,6 euros, con territorios como Baleares, Guipúzcoa, Málaga o Cádiz donde los ingresos por habitación multiplican por ocho los de Ciudad Real, donde agosto se cerró con once hoteles menos abiertos, 250 camas menos y un grado de ocupación que rozó el 32%, el más bajo de España, que llegó al 40% los fines de semana, el segundo más bajo de España, solo por delante de Guadalajara.