Castilla-La Mancha y Extremadura están condenadas a ser buenas compañeras de viaje si de lo que se trata es de acelerar proyectos como el de la línea de alta velocidad que comunicará Madrid con Cáceres y Badajoz, pasando antes por Toledo y Talavera de la Reina. Sin embargo en las últimas horas la sintonía entre ambas comunidades ha dado síntomas de entrar en vía muerta.
Todo comenzó por unas declaraciones que hizo el consejero de Fomento, Nacho Hernando, ayer en Madrid al salir de la Conferencia Sectorial de Vivienda. A preguntas de los medios, subrayó que quiere que el AVE de Madrid a Extremadura esté «lo antes posible» y que toca «ser ágiles». También señaló que es importante que el proyecto tenga todas las consideraciones desde el punto de vista social, técnico y de financiación. En ese punto señaló que «las prisas no son siempre buenas consejeras».
Esas declaraciones tuvieron contestación en redes sociales por parte de la presidenta del Gobierno de Extremadura, María Guardiola (PP). En la red social X (la anterior Twitter) escribió un mensaje acompañando la portada de La Tribuna de Toledo con un titular en el que la Junta instaba al Gobierno de España a trabajar en ese proyecto de alta velocidad remarcando la idea de que se ha de hacer sin dejarse llevar por las prisas.
Guardiola escribió citando a Emiliano García-Page, que en estos momentos está de viaje en China, para pedir que «rectifique las desafortunadas palabras de su consejero». La presidenta de la comunidad vecina remarcó que «a los extremeños no se nos puede pedir más paciencia con el tren». Señala que eso sería «añadir más humillación a la injusticia», pues recuerda que se trata de una «infraestructura vital y prometida hace tantos años».
En el PPde Castilla-La Mancha no han tardado en subirse al vagón de María Guardiola. La secretaria general de los populares en la región, Carolina Agudo, recalcó que el Gobierno regional «vuelve a reírse de los talaveranos, de una de las grandes reivindicaciones de la provincia de Toledo».
Al respecto recordó que en 2010 «Page decía que el AVE llegaría volando a Castilla-La Mancha». Catorce años después, Agudo insiste en que el Gobierno regional «vuelve a tomar el pelo a los castellanomanchegos».