Pascual Pérez 'Pascu' (4-9-1993. Carrión de Calatrava) volvió este domingo a disputar un partido casi un año después. La última vez que estuvo en un terreno de juego fue en Illescas, curiosamente el equipo que terminaría ascendiendo a Segunda RFEF junto al Manchego, un 21 de enero. El 25 de enero, en la Ciudad Deportiva Sur y preparando el choque ante el Tarancón, de forma fortuita se lesionó de gravedad en la rodilla izquierda. El diagnóstico fue rotura del ligamento cruzado anterior, una gravísima lesión que le obligó a pasar por el quirófano a finales de febrero y que le mantuvo en el dique seco hasta este domingo, un particular regalo de Reyes, aunque el resultado fuese de una derrota ante el Yeclano.
El club le tramitó la ficha antes de que se bloqueasen sus derechos federativos por los impagos que sufre la plantilla y en el minuto 62 sustituía al daimieleño Carlos Jiménez, para volver a sentirse futbolista sobre el césped natural del Polideportivo Juan Carlos I y acumulando «buenas sensaciones».
«Me lesioné el día del cumpleaños de mi madre», recuerda Pascu, que no oculta que en un proceso de recuperación tan largo sí se le llegó a pasar por la cabeza la retirada del fútbol. De hecho, en la campaña 2021-22 ya estuvo lesionado cuatro meses por otra lesión en esa rodilla izquierda, aunque son dolencias diferentes.
«Piensas muchas cosas porque es un proceso muy largo, en el que hay pasos adelante y otros hacia atrás. A mí la rodilla me ha respondido muy bien, pero siempre te queda la incógnita de cómo vas a volver, hasta que llegas a ese punto en el que te convences de que puedes volver».
El 23 de abril de 2023, en la celebración del ascenso a Segunda RFEF, sus compañeros le dejaron levantar el trofeo de campeón, cuando él aún andaba con muletas y pocas horas después el club confirmaba su renovación, aunque en la primera parte de la temporada no dispuso de ficha.
«Había un grupo muy bueno, pero me tocó vivirlo desde fuera, en el peor momento de la recuperación y se me hizo duro. De los compañeros y la directiva solamente tengo palabras de agradecimiento por todo lo que me ayudaron y confiaron en que yo podía volver», añade.
En este sentido, apunta al detalle que tuvo este domingo José Ramón, cediéndole rápidamente el brazalete de capitán en cuanto entró al campo.
Las circunstancias del equipo, muy limitado de efectivos tras las salidas de cinco jugadores, ha precipitado de alguna manera su reaparición, pero él asegura estar plenamente preparado para ayudar al equipo. De hecho, botó varias faltas y saques de esquina e incluso estuvo a punto de marcar con un chut dentro del área que repelió el portero del Yeclano.
«Me encontré muy bien. Es verdad que notas falta de ritmo, pero me adapté muy bien a la dinámica del grupo y no sentí ningún dolor en la rodilla. Ahora todo es mejorar hasta el nivel que puedo dar. Es una lesión que me ha ayudado tanto físicamente, porque he trabajado como nunca, como mentalmente, pues creo que he salido reforzado», indica Pascu, que vive su novena campaña en el equipo.
De entre todas las personas que se acuerda y a las que agradece su apoyo en este tiempo, en lo personal se queda con los ánimos que recibió en todo momento de su familia, «que es la que me ha aguantado mis lloros y malos momentos», mis amigos y especialmente otro de los capitanes de la plantilla, José Ramón. «Somos del mismo pueblo y somos muy amigos. Él me ha llevado, me ha traído y ha vivido esta recuperación tanto como yo». También se acuerda de Álvaro Toledano, responsable de Fitplus Center en Miguelturra, donde desarrolló buena parte de su recuperación, así como de los médicos que le operaron, fisioterapeutas, etcétera.
PREOCUPACIÓN. Capitán del equipo y uno de los responsables de la Escuela de Fútbol del Manchego, está viviendo, por otro lado, momentos complicados por la delicada situación económica que atraviesa la entidad. «Te duele por todos y en todos los sentidos. Es un club que sientes como tuyo y ves que la gente lo está pasando mal y se te hace difícil. Yo intento ayudar a todo el mundo en lo que necesiten y ojalá se pueda solucionar pronto».
Como director de una escuela que cuenta con más de 400 alumnos, asegura que «la cantera va a seguir y va a acabar el año. Si todo se soluciona se le podrá dar un empujón y dar un salto de calidad para el año que viene».
A la afición le envía un mensaje: «Fue muy reconfortante lo que pude vivir en el encuentro del domingo y lo que les aseguro es que vamos a darlo todo hasta el último segundo. Les pido que se mantengan unidos con el equipo porque les necesitamos. Ellos nos ayudan mucho en una situación tan compleja». Palabra de capitán.