Cada 24 de enero, el cielo se cubre de humo en Villarta de San Juan. Los integrantes de las 28 peñas locales inundan el cielo de cohetes para honrar a la patrona, la Virgen de la Paz, en una tradición antiquísima que se ha transmitido de padres a hijos, de generación en generación, hasta nuestros días. La pólvora y la devoción son protagonistas de una fiesta que fue declara de Interés Turístico Regional hace ahora 30 años y que aspira a convertirse también en Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial.
«Cada cohete que lanzamos al cielo es como una ofrenda a la Virgen», asegura Juan César López, integrante de la peña Los Cobeteros, que acompaña a la patrona de Villarta de San Juan en su procesión desde que tenía 14 años. «La pólvora la llevamos en la sangre», enfatiza.
Pasadas las doce del mediodía, los vecinos y visitantes se empezaron a congregar en la plaza de la ermita. Apenas quedaban unos minutos para que finalizara la función religiosa en honor a la Virgen de la Paz. Aunque la festividad ha caído este año entre semana, en el centro neurálgico de Villarta de San Juan apenas cabía un alfiler cuando la patrona asomó por la puerta de la iglesia parroquial de San Juan Bautista, al son de los acordes del himno nacional.
Miles de cohetes al aire en la Fiesta de las Paces de Villarta - Foto: JESÚS MONROYA las 13.00 horas, la Virgen se postró ante sus fieles en medio de una sonora traca, globos blancos y vivas de los presentes, entre los que se encontraban la alcaldesa de la localidad, Irene Ruiz, el diputado nacional Gonzalo Redondo, representantes de la Hermandad y las reinas y damas de las fiestas. La patrona aguardó en la plaza media hora hasta que dio comienzo la procesión por la calle Postas, treinta minutos en los que no pararon de explotar cohetes en un cielo soleado, más propio de otra época del año.
Custodiada por los mas de 300 coheteros que salieron a la calle (mayores de 16 años y con un curso homologado que los acredita como lanzadores), la patrona llegó a la iglesia vieja pasadas las dos y media de la tarde. Tras el emotivo salve que le brindaron, se situó en un bello mirador sobre el río Gigüela para presenciar el lanzamiento de dos mil docenas de cohetes en su honor, la conocida como 'Operación 2.000', uno de los momentos más especiales de estas fiestas.
«Estamos contentos y emocionados», manifestó la alcaldesa de Villarta de San Juan, para resaltar, a renglón seguido, el esfuerzo y trabajo del Ayuntamiento, la Hermandad y las peñas coheteras para que todo salga bien y se desarrolle de forma segura. «Cumplimos que todo lo que exige la ley y cada año actualizamos la normativa para salvaguardar la seguridad tanto de los coheteros como de los vecinos», apostilló.
Miles de cohetes al aire en la Fiesta de las Paces de Villarta - Foto: JESÚS MONROYIrene Ruiz recordó que Las Paces obtuvo la declaración de Interés Turístico Regional en 1994, y que el Ayuntamiento trabaja en la actualidad, en coordinación con el cronista oficial de la villa, para lograr el reconocimiento de Bien de Interés Cultural con carácter inmaterial. «No hay nada igual en toda la región y me atrevería a decir que en todo el territorio nacional», sentenció.
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Tras el espectáculo visual y sonoro de la 'Operación 2.000', la patrona regresó a la iglesia de San Juan Bautista, acompañada de otra intensa tanda de cohetes, para proceder a la tradicional 'puja de brazos de la Virgen', en la que se decidió el nombre de los portadores de la procesión de 2025. La jornada se completó con una actuación de copla y baile en el Auditorio de la Paz, y las fiestas culminan este jueves con una comida de hermandad.