Javier Arreaza, directivo de la entidad encargado de la parcela económica de la entidad, compareció también en la presentación de la campaña de abonados para alertar de la situación de inferioridad del club con respecto a otros equipos de otras comunidades en cuanto a ayudas institucionales. Así, Arreaza, junto al presidente del club, Julián Amores, cifró en algo menos de 60.000 euros las ayudas que reciben de las tres instituciones en un presupuesto global que para la temporada 2023-24 estimaron será algo superior a los 300.000 euros. Esos 60.000 euros, por ejemplo, es lo que reciben, aproximadamente, el Burgos y el Villa de Aranda solamente de sus ayuntamientos. Los dirigentes del Caserío recordaron que los requisitos federativos cada vez son mayores y acarrean más costes, como la obligación de tener, al menos, cinco fichas profesionales en la plantilla. Asimismo, recordaron que llevan a cabo iniciativas como el Torneo Regional de Balonmano Playa o la Liga Intercolegios con recursos propios, y que su compromiso e implicación con la sociedad con otras iniciativas está más que demostrado.