Día de divas en Venecia

Agencias
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Angelina Jolie y Cate Blanchett acaparan la atención en la segunda jornada del festival

La intérprete estadounidense sigue deslumbrando a sus 49 años. - Foto: E. FERRARI (EFE)

La 81 Mostra de Venecia vivió ayer otra jornada vibrante, la segunda, donde dos actrices presentaron sus nuevos trabajos y brillaron con luz propia por encima del resto: Angelina Jolie y Cate Blanchett. Ambas intérpretes, sobradamente contrastadas, desgranaron algunos de los entresijos y dieron su opinión sobre los proyectos que protagonizarán: María por parte de la estadounidense y Observada por el lado de la australiana.

 Aunque muchos ya estén haciendo quinielas para los Oscar tras ver a Jolie convertida en María Callas en Venecia, la estrella de Hollywood aseguró que lo único que le preocupa es «no decepcionar a los fans de la cantante y de la ópera». «El resto, si es resultado de mi trabajo, bienvenido sea, pero ante todo espero haber hecho algo que esté a la altura de lo que esta mujer merecía», declaró la norteamericana en la presentación del filme, dirigido por el chileno Pablo Larraín.

La cinta, que abrió ayer la competición por el León de Oro en el festival de cine italiano, narra la tumultuosa y trágica vida de una de las mejores cantantes de ópera de la historia, imaginando cómo fueron sus últimos y solitarios días en París en la década de los 70. Jolie confesó que descubrió este género siendo adulta. «Me encanta toda la música, pero de joven era más de The Clash y sigo escuchándolos. Aun así, creo que cuando llegas a un nivel de dolor, desesperación y de amor en la vida, no hay nada como la ópera para expresar esos sentimientos», afirmó.

Juicios personales

Por su parte, Cate Blanchett también dejó sus primeras impresiones sobre su serie Disclaimer (Observada), dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón y que refleja un laberinto en torno a la idea de verdad en el que la australiana se adentra para cuestionar la validez de los juicios personales.

Se trata de una profunda reflexión sobre conceptos como la reputación, las convicciones, la opinión pública o la mismísima verdad, que casi siempre esconde recovecos, zonas de luz y sombra. Blanchett subrayó las «capas de opinión» que pesan sobre su personaje ya desde el comienzo de la trama, cuando apenas se sabe nada de ella: para unos es brillante mientras que para su anónimo enemigo sus actos de juventud fueron la causa de todos sus males.