El Patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel se ha pronunciado a favor de un trasvase desde el Tajo ante el estado que presenta el humedal y el riesgo de incendios de turba, en una decisión que ha contado con el voto en contra de las organizaciones ecologistas y la abstención de la Confederación Hidrográfica del Guadiana.

Según han explicado a EFE el representante de los grupos ecologistas, Alberto Celis, tanto el director del parque nacional de Las Tablas de Daimiel, Carlos Ruiz de la Hermosa, como el presidente del patronato, Esteban Esquinas, han puesto sobre la mesa la necesidad de que el parque nacional reciba un trasvase de 20 hectómetros cúbicos de agua para aliviar su actual situación de sequía.

Aunque era un punto que no se podía votar porque no estaba en el orden del día, según Celis el presidente del patronato ha pedido a los integrantes que se pronuncien a favor o en contra de pedir este trasvase.

Otro de los puntos tratados en la reunión del patronato ha sido conocer cómo avanza el Marco de Actuaciones Prioritarias para la Recuperación del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, después de que a principios del mes de marzo el Gobierno de Castilla-La Mancha y el Gobierno de España abordasen la situación de escasez de recursos hídricos del parque en una Comisión Mixta de Trabajo.

Según Celis, en el patronato se ha puesto de manifiesto que actualmente estos trabajos se han ralentizado debido a los cambios que organizativos que se están produciendo en el seno del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico tras el cambio de ministra.

Para los ecologistas, el Marco de Actuaciones Prioritarias para la Recuperación sólo puede ser viable si se implica a todos los agentes sociales del territorio en la toma de decisiones, y su aplicación va más allá de Daimiel, para extenderse a toda la zona del Alto Guadiana, que es la que influye en la conservación de los acuíferos que sustentan este espacio protegido.

Por otro lado, Esquinas ha anunciado que dejará el cargo de presidente, que ocupa desde septiembre de 2018 lo que para las asociaciones ecologistas regionales y locales puede ser un buen momento "para cambiar el discurso y las estrategias y salir de la situación de punto muerto en el que se encuentra el patronato"