La llegada de inmigrantes a Ciudad Real se incrementó casi un 50% durante el pasado 2022. De los casi 5.000 que llegaron en 2021 se pasó a los cerca de 7.500 contabilizados por el Instituto Nacional de Estadística, que colocó a Colombia como el primer país de origen de los nuevos ciudadrealeños, desplazando a Rumanía al segundo puesto. Lo hizo tras triplicar su llegada a Ciudad Real. De 422 se ha pasado a recibir a casi 1.300 ciudadanos de esta nacionalidad.
El sorpasso inmigrante a Rumanía se produce en un momento en el que el país europeo redujo la llegada a Ciudad Real de nacionales: un cinco por ciento menos, aunque se mantiene como segundo punto de partida de los que más llegaron desde fuera de España a la provincia. Más de 1.200.
En tercer lugar aparece Marruecos, con casi un millar de nuevos ciudadrealeños, un 25% más que en 2021, por delante de los españoles que retornaron a casa, a Ciudad Real, desde algún punto del extranjero. Fueron 713, una treintena más que un año antes.
Durante el año pasado también se disparó, se multiplicó por 18, la llegada de ucranianos a la provincia, convertidos en inmigrantes por culpa de la invasión rusa de su país, mientras que casi se triplicó la presencia de nuevos inmigrantes venezolanos y peruanos y se duplicó la de paraguayos y hondureños.
Esos los que vienen, porque el INE también hace cuentas de los que se van a otra parte del mundo con salida desde Ciudad Real. Para empezar son muchos menos que un año antes. Mil menos. De aquí al extranjero se fueron, sobre todo, rumanos, franceses y también colombianos, pero en una proporción inferior a los que vienen. Por cada persona que se marchó al extranjero desde Ciudad Real llegaron tres desde fuera de España a la provincia. En el caso de los colombianos, esa brecha es aún mayor. Por cada persona de esta nacionalidad que salió de la provincia, aterrizaron 30.
72 municipios suman vecinos. Poniendo la lupa en el plano municipal, Ciudad Real capital es la más beneficiada en el saldo de los que van y vienen. Así ganó 862 vecinos en sus cifras de población, frente a los 480 vecinos que sumó Tomelloso y los 382 de Valdepeñas. En total, en la provincia, siete de cada diez pueblos y ciudades ganaron residentes gracias a la llegada de inmigrantes a la provincia. Villanueva de los Infantes es la que sale peor parada. Restó 74 vecinos entre los que se marcharon y los que lleg