A pesar de sumar una cómoda y amplia victoria en el amistoso de este jueves contra Lanzarote (35-27), un rival ascendido a Plata, Santiago Urdiales cree que su equipo está un poco retrasado en su preparación, a dos semanas de que comience la competición liguera, con la visita al Quijote Arena del siempre competitivo Alcobendas (sábado 14, 19.30 horas).

Siempre crítico y exigente, el técnico del Caserío celebra que contra el Lanzarote de Samuel Trives sus jugadores dieran "un paso más" en su puesta a punto con respecto a lo demostrado en el ensayo anterior frente a Benidorm, "en cosas que creíamos que no estábamos haciendo bien del todo". Destacaba los momentos defensivos de la primera parte y las transiciones defensa-ataque, pero insistía en que "estamos lejos del potencial que tiene este equipo, y el partido de Alcobendas está muy cerca". Por ello, reconocía estar un poco "preocupado" dada la exigencia del debut liguero, ante un rival que mantiene el bloque del año pasado, al contrario que el conjunto de Ciudad Real, con muchas caras nuevas y con varios jugadores que no han podido trabajar desde el inicio de la pretemporada, como Marcos Fis o Ragojicic, además de los lesionados Carlos Ocaña, Víctor Morales, Toni Alegre o Nico Barceló.

En estas dos semanas que tiene por delante el objetivo es alcanzar "la esencia de equipo contundente en defensa", y advertía que se avecina "un año muy difícil".

Suspendido el amistoso programado en Pinto este fin de semana, la próxima y última prueba de pretemporada para el BM Caserío llegará el viernes 6 de septiembre, con la final del Trofeo Diputación.