El Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro se ha inaugurado con la ilusión de comenzar una etapa nueva de la mano de Irene Pardo, la directora del festival, que ayer dio por inaugurada la muestra con un soneto de Garcilaso de la Vega, dedicado al amor al verso y a la vida. Con la presencia de dos ministros, la portavoz del Gobierno de España, Isabel Rodríguez, y el de Cultura, Miquel Iceta, algo que llevaba mucho tiempo sin verse en la inauguración del Festival y en la entrega del premio Corral de Comedias a la actriz Blanca Portillo, por su carrera, y su papel rompedor en el teatro con aquel Segismundo de La Vida es Sueño de 2012. Una numerosa representación institucional que agradeció Pardo, emocionada, con el recuerdo de su yo de 16 años, que se enamoró del teatro durante una visita a Almagro y su festival.

"Hoy estamos aquí celebrando el vigor y la vigencia del teatro clásico", dijo la directora, quien señaló la importancia de Almagro en esta misión. Pardo agradeció a su equipo de 100 personas el trabajo para que el festival sea un éxito. "Hemos trenzado una programación artística y también una red de experiencias" que van de la educación a la gastronomía. "Entre todo ese extenso programa descubriremos la mirada a las mujeres", indicó la directora, recordando la música, el cartel con mirada femenina y las directoras, autoras y coreógrafas que pondrán su arte en el festival. "Mujeres que nos harán reflexionar sobre los grandes temas del Siglo de Oro", señaló Pardo, quien recordó que hay una mujer que será protagonista en este Festival con Blanca Portillo, quien agradeció que aceptara este premio. "Celebremos el Siglo de Oro y las complicidades y disfrutemos con alegría del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro", concluyó Pardo.  

Mientras, la ministra recordó que su primera vez en el Corral de Comedias fue cuando vino con Abenójar, por lo que "la emoción" está presente en esta inauguración, de bienvenidas y de despedidas. Isabel Rodríguez apuntó "la importancia de la colaboración de todas las administraciones, sean del color que sean, para que este festival sea un buen modelo de éxito" y con una proyección internacional. "Esta edición es especial", dijo Rodríguez, quien señaló que en cada entrevista de la directora se ve que quiere hacer un festival "plural, diverso y cercano al pueblo". En este sentido, apuntó la importancia de aproximar al territorio a un patrimonio como es el Siglo de Oro. 

Almagro celebra la vigencia de los clásicos - Foto: Fotos: Rueda Villaverde

Rodríguez pidió, desde el Corral de Comedias, incorporar el concepto de "paz cultural" como ocurre con la "paz social". "En un momento donde hay una guerra en el corazón de Europa, la crisis climática y el auge de los populismos, la cultura ha de representar a la sociedad: una sociedad abierta y solidaria" porque "si perdemos la cultura, perdemos la democracia", apuntó la ministra. Para Rodríguez, Almagro permite reflexionar sobre la historia desde el presente, recordando que el festival de Almagro y la Constitución surgieron juntos. 

Rodríguez resaltó la importancia de la obra Valor, Agravio, Mujer, que llega al festival como una reflexión femenina del siglo XVII, pero que recuerda que las mujeres "no deben de dejar de alzar la voz", para reclamar aquello que le corresponde. Por este motivo, reivindicó "la cultura del teatro" para generar entendimiento, sobre todo, en un tiempo como el actual, en el que se "censura autoras" y es necesario que la cultura sea abierta a la sociedad. 

Por último, la ministra indicó la importancia de la labor de Iceta, como ministro de Cultura, con el desarrollo del estatuto del artista y que ha permitido garantizar los derechos laborales del mundo escénico.

Almagro celebra la vigencia de los clásicos - Foto: Fotos Rueda Villaverde

Una carta de amor al teatro

El ministro de Cultura, Miquel Iceta, fue el encargado de entregar el premio a Blanca Portillo, otorgado por su compromiso en la defensa del teatro y la capacidad de interpretar papeles clásicos y modernos. Portillo emocionada por el reconocimiento y con el Corral de Comedias puesto en pie por ella, se llevó la primera ovación de esta edición del festival. "Se me da mejor escribir cartas que discursos", dijo Portillo, quien tiró del humor para romper el hielo en la entrega del premio. "Mi querido y admirado festival de Almagro quien me iba a decir a mi aquel día que pise las tablas que hoy iba a recibir un premio con el que se ha distinguido a tanta gente importante", comenzaba su carta Portillo. 

La actriz señaló que en el año 86 subió al Corral de Comedias, cuando tuvo un novio técnico de luces y en julio, sin funciones, se subió al escenario para recitar unos versos. "Sobre estas tablas" tuvo conciencia de ser actriz, indicó Portillo, quien reflexionó aquel día que debía actuar en el Corral para ser "una actriz de verdad", algo que aún no ha hecho, aunque haya actuado en otros escenarios. "Hoy recibo este premio y me siento más actriz que nunca", dijo Portillo, quien recordó a su profesor Pepe Estruch, y su papel para que amara los clásicos. "A través de los clásico he aprendido a amar nuestro idioma y lo tremendamente específico que puede llegar a ser", indicó la agraciada, recordando la importancia de las palabras, de seguir aprendiendo a usarlas, y que nadie las robe.  

Almagro celebra la vigencia de los clásicos - Foto: Fotos Rueda Villaverde

La laudatio de Blanca Portillo para lograr su premio llegó de la mano de la periodista Rosana Rodríguez, quien señaló la importancia del profesor de Portillo, Pepe Estruch, quien "respetaba la palabra y el verso" como las claves de un actor. Rodríguez recordó que Blanca Portillo no es solo actriz, es productora, directora y activista cultural. También con Carme Portacelli, directora del teatro de Cataluña, quien recordó la importancia que el texto en el teatro debe decirse como si esas palabras fueran las únicas que se podían decir en ese momento.

Teatro y humanidad

Para la consejera de Educación, Rosana Rodríguez, el festival de Almagro es "un espacio en el que el tiempo no avanza o no corre o no hay esa percepción del tiempo". En este sentido recordó que en el mismo Corral de Comedias que hoy se inaugura hace siglos se contaban historias sobre su escenario. "El teatro es inherente al ser humano", dijo la consejera, quien señaló que "el teatro nos enfrenta a situaciones de transformación mental y nos hace avanzar como personas y como sociedad". Sobre esta nueva etapa, Rodríguez señaló que Pardo es "capaz de hacer tanto con tan poco" y apuntó que este arranque es una muestra de la "grandeza" que espera este festival. 

Almagro celebra la vigencia de los clásicos - Foto: Fotos Rueda Villaverde

Mientras, el vicepresidente de la Diputación, David Triguero, recordó la historia de un festival que ha visto cambios políticos, pero que sigue década tras década, "con fortaleza". "Este es el principal evento cultural de Castilla-La Mancha", indicó Triguero, quien señaló que si la ciudadanía acudiese más al teatro, "sacaría su parte más humana" con el objetivo de "potenciar el entendimiento" ante la crisis. "El festival de Almagro es un bálsamo para el espíritu que ofrece recetas para nuevas vías de convivencia". 

Por su parte, el alcalde de Almagro, Francisco Javier Núñez, quien dijo que "esta mañana se han desprendido de un trozo de su alma para entregarlo en este premio Corral de Comedias", dando la enhorabuena a la actriz. "La cultura es libertad, formación y progreso y por eso hay que cuidarla desde lo público y no dirigirla", indicó el alcalde.

Inauguración con estreno

Almagro celebra la vigencia de los clásicos - Foto: Fotos Rueda Villaverde

Como es costumbre, con el Festival de Almagro se ha inaugurado la gran exposición del Museo Nacional del Teatro, La Zarzuela. Patrimonio de la Hispanidad, dedicada a este género lírico español y que realiza un recorrido por su historia a través de más de 200 obras.

El Coro de Jóvenes de Madrid puso la nota musical a esta inauguración, desarrollada, como el primer evento cultural, con Irene Pardo y Blanca Portillo sobre el escenario. Ayer el festival contó además con su primer estreno, El Templo Vacío, de la mano de Lluís Homar, y su primer espectáculo de calle con Pupées Géantes et Tambours de la compañía francesa Transe Exprés.

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