"Erradicar la violencia de género es un compromiso de todos"

J. M. Beldad
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La Diputación se vuelca en sensibilizar con nuevas iniciativas educativas como talleres y charlas

"Erradicar la violencia de género es un compromiso de todos" - Foto: Rueda Villaverde

Hoy, 25 de noviembre, el patio del Palacio Provincial de Ciudad Real será el escenario central del acto conmemorativo del Día Internacional Contra la Violencia de Género, organizado por la Diputación Provincial. Encarnación Medina, vicepresidenta sexta de la institución y responsable del área de Atención a las Personas, desgrana a La Tribuna las iniciativas previstas y reflexiona sobre el compromiso colectivo necesario para combatir esta lacra social.

La Diputación de Ciudad Real será la anfitriona del acto central por el 25N este año. ¿Qué puede adelantar de esta conmemoración?

Este año hemos querido diseñar un acto emotivo, centrado en la empatía hacia las mujeres maltratadas. Habrá intervenciones institucionales y piezas musicales cuidadosamente seleccionadas, además de un componente sorpresa que reflejará las experiencias de muchas víctimas. Nuestro objetivo es que las personas asistentes comprendan lo que viven quienes sufren esta lacra, sensibilizando a la sociedad para que se comprometa de forma activa.

La Diputación no tiene competencias directas en esta materia. ¿Cuál considera que es su papel en la lucha contra la violencia de género?

Aunque no tenemos competencias para tomar medidas judiciales o de protección directa, sí podemos trabajar en la sensibilización, la educación y la prevención. Financiamos talleres en colegios e institutos sobre igualdad, diversidad y, este año, sobre el impacto de la pornografía en los menores. Además, mantenemos recursos esenciales como la casa de acogida para mujeres maltratadas, que gestiona la Diputación. Es nuestra forma de sumar esfuerzos para construir una sociedad más justa.

Precisamente, sobre los jóvenes, destacaba esos talleres específicos sobre el impacto de la pornografía. ¿Por qué han considerado importante abordar este tema?

Porque creemos que la exposición temprana a contenidos pornográficos puede normalizar comportamientos violentos o degradantes hacia las mujeres. Estos talleres están pensados para que los jóvenes reflexionen de manera vivencial sobre las consecuencias de estos contenidos. Apostamos por un enfoque innovador que sea realmente efectivo.

El año que viene se incrementará el presupuesto destinado a igualdad. ¿En qué se concretará estos recursos adicionales?

Así es, hemos aumentado el presupuesto para 2025 a más de 453.000 euros, de los cuales 100.000 estarán dedicados a campañas dirigidas especialmente a jóvenes. Queremos reforzar talleres educativos, tanto en colegios como en institutos, sobre temas como la igualdad y el impacto de la pornografía en menores. Además, seguimos financiando programas municipales y asociaciones que trabajan por la igualdad y contra la violencia de género. Todo ello es vital para llegar a más personas y actuar desde la base.

¿Qué retos identifica en la lucha contra la violencia de género?

Uno de los mayores desafíos es escuchar a las víctimas para entender por qué, en muchos casos, no denuncian. Tenemos que garantizar que el sistema las proteja y que puedan dar ese paso sin miedo a ser juzgadas o estigmatizadas. Además, es crucial que toda la sociedad esté involucrada. Desde los vecinos hasta las instituciones, todos tenemos un papel que cumplir para detectar y combatir estas situaciones.

¿Hay alguna figura que destacaría desde la Institución Provincial?

Me gustaría destacar la figura que vamos a incluir próximamente: el facilitador. Será una persona que acompañará a las mujeres víctimas que tengan algún tipo de discapacidad intelectual y que las acompañará en el proceso judicial e irá explicando, paso a paso, cómo deben proceder con la administración.

¿Influyen factores como la dispersión geográfica o las desigualdades económicas de la provincia en el problema?

Claro que sí. En las zonas rurales, las mujeres enfrentan barreras adicionales, como la falta de recursos cercanos o el miedo a las repercusiones en comunidades pequeñas. Por eso es importante que sigamos trabajando en campañas de concienciación que lleguen a todos los rincones, y que reforcemos recursos como los programas de formación y apoyo económico.

Como mujer y política, ¿cuál cree que es la clave para avanzar en esta lucha?

La educación es fundamental, tanto en el ámbito escolar como en la formación de las mujeres para que puedan ser independientes. También es esencial una coordinación efectiva entre instituciones y garantizar los recursos necesarios para prevenir y proteger. Pero, sobre todo, debemos mantener viva la conversación, porque el silencio perpetúa la violencia.

Respecto a la educación, hay que hacer mención especial a los talleres escolares y municipales. ¿Qué resultados esperan obtener con estas iniciativas?

Lo que buscamos es transformar mentalidades desde la educación. Por ejemplo, en los talleres sobre el impacto de la pornografía queremos que los jóvenes entiendan que esos contenidos no reflejan relaciones sanas ni reales. También ofrecemos talleres teatralizados para que los estudiantes vivan experiencias que los lleven a reflexionar sobre cómo se manifiesta la violencia. Queremos prevenir antes de que estas conductas se consoliden, y creemos que la educación es la herramienta más poderosa para lograrlo.

La casa de acogida es otro recurso que gestiona la Diputación. ¿Cómo evalúa su papel en la atención a las víctimas?

La casa de acogida es un recurso fundamental. Siempre está prácticamente llena, atendiendo a mujeres, muchas de ellas migrantes, y a sus hijos. Trabajamos para garantizar la estabilidad del personal que gestiona este servicio, porque la atención psicológica y social que ofrecen es clave para ayudar a las víctimas a reconstruir sus vidas. Es un recurso necesario que seguiremos reforzando dentro de nuestras posibilidades.

¿Cree que el acceso a los recursos para las mujeres víctimas es suficiente?

Siempre se puede hacer más, pero uno de los retos es coordinar mejor los recursos existentes y darles estabilidad. Es crucial que las mujeres sepan que no están solas y que tienen dónde acudir. También necesitamos sensibilizar a toda la sociedad para que estas mujeres no se sientan juzgadas ni estigmatizadas. Es importante que el entorno de las víctimas -familia, amigos, vecinos- también las apoye y las anime a dar el paso hacia la denuncia.

¿Qué mensaje lanzaría a la sociedad en este 25N?

Que no podemos mirar hacia otro lado. La violencia de género es un problema estructural que afecta a toda la sociedad. Si conocemos a alguien que sufre esta situación, debemos actuar. Es responsabilidad de todos construir un futuro donde ninguna mujer ni ningún niño viva con miedo.