Los constantes y cambiantes desafíos de la exportación, la conquista del consumidor joven, el reto digital de la disponibilidad de datos de contacto del posible cliente o la salud de la 'marca España', fueron algunos de los asuntos que protagonizaron ayer la ponencia de Rocío Osborne Alonso-Allende, directora de Comunicación del Grupo Osborne, encargada de abrir la programación del 14 Foro de Internacionalización en la Cámara de Comercio.
Rocío Osborne, abogada de formación, lleva casi una década trabajando en una empresa familiar que se ha convertido en una verdadera embajadora mundial de la gastronomía española. Sus productos abarcan desde sus tradicionales vinos y brandis hasta el prestigioso jamón onubense Cinco Jotas o una línea de comercialización de caviar granadino (Riofrío), además del Anís del Mono o bebidas espirituosas como la ginebra, el whisky y, desde esta misma semana, una marca de tequila (en total son 25 marcas diferentes las que produce o comercializa). El Grupo Osborne tiene factorías repartidas por todo el territorio nacional, una de ellas en Tomelloso, donde se destila su famoso Brandy de Jerez. Además, mantiene abiertas oficinas en China y Brasil, a las que se suman un buen número de comerciales por distintos puntos del mundo.
A preguntas de la moderadora, María Domingo, Rocío Osborne repasaba las particularidades y los retos de esta gran empresa familiar, que desde hace años persigue una ambición: «Queremos ser los embajadores de la marca España en el mundo».
Para ello, el Grupo Osborne tiene que lidiar con desafíos como el cambiante mercado internacional, muy sensible a acontecimientos geopolíticos como el conflicto bélico en Ucrania o los aranceles de una potencia como Estados Unidos. Por ello resulta fundamental «crecer en otros países» para «diversificar el riesgo» de situaciones como la mencionada en Ucrania, cuando las sanciones internacionales impuestas a Rusia provocaban que desapareciera su segundo mayor comprador de sus Cinco Jotas. Algo que no sucedía cuando estalló el conflicto hace casi dos años, sino mucho antes, ya con la anexión rusa de Crimea en 2014.
El consumidor joven sigue siendo otro reto para el grupo, como reconocía Rocío Osborne, quien explicaba que, curiosamente, su Brandy Veterano está funcionando muy bien entre los jóvenes en el norte de Alemania, con «verdaderas fiestas» en las que la imagen del toro resulta icónica. «Tenemos que lograr que este hábito se extienda a toda Alemania, y después que podamos implantarlo aquí en España», decía. Precisamente, identificar marcas con países (el brandy en Alemania o el jamón en China, donde llegan a pagar 1.200 euros por pieza) es política de empresa.
La inminente eliminación de las cookies por Google también coloca a empresas como ésta ante el reto de poder contactar con su potencial cliente, para lo que resultará imprescindible el uso del comercio electrónico dándose de alta en una base de datos, o directamente eventos, restaurantes y centros de visitas que la empresa posee.
En cuanto a la 'marca España', Rocío Osborne reconocía que es una «buena aliada», aunque muy sensible a los escándalos de nuestra política o instituciones como la Federación Española de Fútbol. «Nos falta más construcción de la marca España», concluía.