La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha aprobado las condiciones de extracción de agua subterránea para el año 2025 en las masas de agua las nueve masas de agua subterránea declaradas en riesgo dentro de la cuenca y donde se incluyen Mancha Occidental I y II, Campo de Calatrava y Campo de Montiel. Las medidas buscan equilibrar las necesidades de los usuarios con la conservación de los recursos hídricos en un contexto de sequía prolongada y pasan por mantener las actuales restricciones de riego, abriendo la posibilidad a recuperar los niveles de 2019 si mejora la situación y acompañan las lluvias. 

Así, en Mancha Occidental I y II, las dotaciones autorizadas se mantienen para cultivos herbáceos en 1.700 m³/ha y para los cultivos leñosos en 1.275 m³/ha y se incluyen recomendaciones adicionales, como la reducción del 15 % en las dotaciones destinadas a abastecimiento doméstico, industrial y ganadero. Se apunta a la posible flexibilización "si los indicadores del Plan Especial de Sequía mejoran (pasando de emergencia/alerta a prealerta), se revertirán los ajustes actuales, aplicándose las dotaciones máximas de 2019", esto es, para cultivos herbáceos 2.000 m³/ha y para cultivos leñosos: 1.500 m³/ha.

En el Campo de Calatrava las dotaciones también se mantienen,  1.800 m³/ha en cultivos herbáceos y 1.350 m³/ha cultivos leñosos, con la recomendación aquí también de reducir un 10 % las dotaciones destinadas a usos domésticos, industriales y ganaderos.

En el Campo de Montiel, la CHG sí adopta medidas más restrictivas debido a la situación de descenso piezométrico y con el objetivo de proteger las relaciones río-acuífero y los manantiales. Aquí el volumen global autorizado es de 5 hm³ anuales, con un máximo de 3 hm³ entre junio y septiembre (60 % del total). Las dotaciones autorizadas van de 3.400 m³/ha y 550 m³/ha. dependiendo de la extensión del territorio y para los cultivos leñosos se fija en 1.400 m³/ha. En este caso, en el capítulo de medidas adicionales se amplían los controles de información sobre los aprovechamientos de agua, que deberán reportarse al organismo de cuenca con mayor frecuencia.

La CHG subraya la importancia de estas medidas para garantizar la sostenibilidad de los acuíferos y mitigar los efectos de la sequía, asegurando un uso responsable del agua en sectores clave de la economía regional.