En la primera planta del Centro Municipal de Mayores del Lucero de Valdepeñas, un grupo de mujeres tejen con empeño. La sala de terapia ocupacional se ha convertido todos los martes desde el mes de marzo en un taller de costura donde las ovillos de lana y el manejo de la aguja han copado el protagonismo de una iniciativa que podrá contemplarse la próxima semana, cuando en la calle Pangino, donde se encuentra ubicada la Universidad Popular, se instalen los más de 60 paraguas de ganchillo que han elaborado junto con otras usuarias de la Universidad Popular, artífice de la idea a la que se sumó después el centro de mayores. 

Paraguas artesanos que buscan evitar el sofocante calor del verano. De llamativo colorido y patrones únicos, han sido elaborados por unas cuarenta mujeres. Algunas ya  expertas en el mundo del ganchillo y la costura, y otras no tanto. Imelda Orozco es una de las que ha tenido que aprender. Natural de Colombia, llegó «sin tener ni idea» y ya va por el segundo paraguas. «El culpable de que yo esté aquí es mi marido, Elogio Montañés, que me dice que me dedique a mis cosas mientras él se encarga de las labores domésticos. Estoy encantada, esto me entretiene», comenta sin dejar de tejar. Enfrente de ella, en la misma mesa, Carmen Mena. Ya ha hecho ocho paraguas y ha comenzado el noveno, lo que demuestra que «una vez que se aprende y se sabe, es fácil».    

Con el tiempo que llega, la lana se trabaja muy mal. Pica y da mucho calor, por lo que ya en esta semana se procederá a su instalación. Son las palabras de Antonia Sánchez. Ella es la monitora. Asegura que la iniciativa ha sido todo un «éxito», y espera que se dé continuidad el próximo año, pero para  entonces, subraya, «se empezará antes». En una pequeña libreta escribe las anotaciones. Desde el número de paraguas que ha hecho cada una, hasta la cantidad de lana. En elaborar un paraguas se tarda unas 20 horas y se emplean unos 300 gramos de lana.  

Más fotos: