Un estudio del Centro Euromediterráneo sobre el Cambio Climático (CMCC) sitúa a los países del sur de Europa, entre ellos España, entre los territorios que más sufrirán las consecuencias de la actual crisis climática en los próximos años. Consecuencias que van desde el impacto que tendrán en la salud, la alimentación o la electricidad los fenómenos meteorológicos extremos que se prevén y los períodos de sequía en un contexto en el que las temperaturas irán al alza. Este 2024, por ejemplo, terminará como uno de los más cálidos que han sufrido los ciudadrealeños en el último siglo. Según los datos que recoge La Tribuna de la Agencia Estatal de Meteorología, a falta de un mes y medio para concluir el año, de momento es el segundo con la temperatura media más alta desde 1920. Solo está por detrás de 2023 y se coloca por delante de 2022.
En los tres últimos años se concentran los tres años con las temperaturas medias más altas en 100 años en Ciudad Real capital y la perspectiva es que esos valores sigan subiendo en los próximos años. Así lo estima la Aemet y el CSIC, los responsables del Visor de Escenarios de Cambio Climático, una aplicación orientada a facilitar la consulta de proyecciones regionalizadas del cambio climático para España. Y lo que se proyecta para Ciudad Real es calor. Más calor. En las próximas décadas, hasta que acabe el siglo, las mínimas subirán, en el mejor de los escenarios, algo más de un grado; en el peor, más de tres grados y medio. En lo que se refiere a las máximas, en un escenario de mayor control de las emisiones de gases contaminantes, las temperaturas máximas registrarán subidas de dos grados y medio. Con esas emisiones creciendo a un ritmo descontrolado se prevén máximas que crecerán más de cinco grados y medio.
Y habrá más días y más noches de calor. Las olas de calor pasarán de durar 15 días a entre 30 o 70; las famosas noches tropicales pasarán de ser una de cada siete, unas 50 al año, hasta, en un escenario de emisiones sin control, ser una de cada tres: más de 120 cada año, con máximas que, en el peor escenario posible de la lucha contra el cambio climático, con el modelo más pesimista con el que se trabaja en este visor, llegarán a 55 grados centígrados en la provincia.
menos precipitaciones. Un futuro de más calor y de menos precipitaciones. Según las proyecciones con las que se trabaja en este Visor de Escenarios de Cambio Climático, en la provincia, el año 2056 será el último en el que lloverá algo más de lo normal en las últimas décadas. A partir de ahí se esperan años con menos lluvia de lo habitual en Ciudad Real, con un descenso medio del 20% de las precipitaciones que en algunos años puede llegar a suponer la mitad de las lluvias consideradas normales en la provincia, unos 400 litros por metro cuadrado en el caso de la capital. Precipitaciones que, además, caerán en menos días. En el escenario más conservador de la lucha contra las emisiones contaminantes, se proyectan años en los que apenas lloverá 50 días al año. Este 2024, por ejemplo, hasta ayer, se contaban ya 71.