La Policía Local interceptó, a las 5.30 horas de la madrugada de este lunes, una furgoneta cargada con unos 1.100 kilos de cajas llenas de tabaco empaquetado, procediendo a la identificación de dos personas, el conductor de la furgoneta y otro conductor de un segundo vehículo que, como sospechó la patrulla, actuaba de lanzadera en un traslado ilegal de la mercancía, posiblemente procedente de Extremadura.

Se dio la circunstancia de que al aparecer los agentes de la Policía Local, estas dos personas se metieron precipitadamente en el coche lanzadera para alejarse del lugar, pero se olvidaron en la furgoneta una riñonera con toda su documentación. Al volver a por ella eran interceptados e identificados. «Estaban nerviosos y caían en contradicciones», explicó a La Tribuna el jefe de la Policía Local, Fernando Díaz Rolando. 

El tabaco que portaba la furgoneta carecía de cualquier certificado de origen. Dependiendo de la cantidad y del estado de elaboración del tabaco, estas dos personas, que cuentan con antecedentes, podrían enfrentarse a un delito de contrabando o a una sanción administrativa, que en cualquier caso sería en forma de multa económica muy elevada.

La mercancía y el vehículo quedaron intervenidos. Actuaron también Aduanas y Policía Nacional.