El Palacio de los Marqueses de Torremejía, en Almagro, abrió sus puertas el pasado 7 de julio y desde entonces ha recibido más de 3.200 turistas. Según ha podido saber este diario, su propietario, el mexicano Mauricio Fernández Garza está «muy contento» con las cifras y estudia la posibilidad de proyectar un negocio hotelero que se complementará con una Estrella Michelin mexicana. Aunque no hay una fecha marcada en rojo en el calendario para convertir en realidad esta idea, desde el Palacio se trabaja para que sea realidad lo antes posible a falta de los últimos trámites y detalles tras haber concluido ya el hotel, que ofrece ocho habitaciones, y la cafetería. Pero de momento todo es residencia privada, aunque la intención del empresario mexicano es «ofertarlo para que la gente lo disfrute», declara el director del Palacio, Santos Romero.
Fernández Garza adquirió este inmueble renacentista del siglo XV, ubicado frente al Palacio de Valdeparaíso y muy próximo a la plaza de Santo Domingo con el objetivo de usarlo como vivienda y musealizarlo. Y así lo ha hecho tras someter el edificio a un proceso de rehabilitación que duró cuatro años. Desde entonces, han sido muchos los turistas que se han quedado «impresionados» con el final del proceso y el rico patrimonio que esconde entre sus paredes como son, por ejemplo, una serie de pinturas del siglo XIX que decoran las paredes y parte de los techos de algunas habitaciones. Se trata de pinturas murales al temple que han sido restauradas bajo la dirección de Ignacio Fernández y la supervisión de la Consejería de Cultura. «Nadie se esperaba estas pinturas» que conforman uno de los grandes tesoros artísticos y representan escenas cotidianas de China, otras costumbristas de campos situados en las inmediaciones de Almagro, motivos clásicos y antiguas embarcaciones portuguesas surcando un ancho río.
Hasta ahora han sido más de 3.200 turistas pero serán más en los próximos meses, ya que «son muchas las reservas registradas hasta julio», mes que la ciudad encajera celebra su Festival Internacional de Teatro. «El boca a boca» ha hecho que cada vez sea más visitado, reconoce el director del Palacio, Santos Romero, quien señala además que el interés por conocer el edificio ha traspasado fronteras y hasta a Almagro han llegado desde México, Perú, Chipre, Brasil, Roma e Inglaterra, entre otros muchos lugares. Pero también de España procedentes de Barcelona, Melilla, Madrid, etc. «El Palacio tiene bastante aceptación», comenta con satisfacción para señalar después que todas estas personas suponen también un revulsivo económico para Almagro, pues «comen, compran y algunas de ellas se hospedan».
Historia. Fue en 2019 cuando Mauricio Fernández Garza adquirió el palacio de 2.500 metros cuadrados. Aunque no han trascendido las cifras de la operación, su precio rondaba los 800.000 euros en un portal inmobiliario días antes de su venta. Un coste al que hay que añadir la impagable inversión realizada en las obras de restauración, recuperación y puesta en valor del inmueble. Construido a principios del siglo XVI, su herederos ya lo remodelaron por completo en el siglo XVIII modificando la portada, de dos cuerpos de altura, con dinteles decorados sobre columnas y jamba. Años más tarde, en el siglo XX pasó a ser propiedad de los Dominicos que lo convirtieron en sede de la escuela-hogar para niñas, Nuestra Señora del Rosario.
En cuanto a su actual propietario, Mauricio Fernández Garza, ha sido electo tres veces como alcalde de San Pedro Garza García, Nuevo León, (1989-1991, 2009-2012 y 2015-2018) pero quiere hacerlo por cuarta vez y se ha presentado como candidato del PAN a la Alcaldía a las elecciones del próximo mes de julio. Además de político, dedica parte de su tiempo a la promoción cultural y ha logrado reunir una vasta colección de arte, fósiles y monedas.