«Queremos reivindicar lo que necesitamos», dijo el presidente de los transportistas de Ciudad Real, Carlos Marín, en el arranque del Congreso del Transportes de Mercancías, señalando que se necesitan «las infraestructuras» que faltan desde hace años. «Tenemos carreteras nacionales por las que se mueven nuestros transportistas, que siguen teniendo uno de los mayores índices de puntos negros de España» y por eso reivindicó que la autovía con Toledo, para que Ciudad Real deje de ser «la única» provincia de Castilla-La Mancha que no está unida con la capital regional por autovía.
«Sabemos que hay una sentencia y hoy venimos aquí a hacer una propuesta», dijo, planteando que «mientras se solucionan los problemas medioambientales» de la autovía Toledo-Ciudad Real, se recupere la realización de un tramo de autovía de 30 kilómetros, que conecte Puerto Lápice con Daimiel. «Se viene reivindicando desde hace muchísimo tiempo, pero no se nos hace ni caso» y eso permitiría dijo, «descongestionar de tráfico pesado la carretera de Toledo a Ciudad Real».
La segunda infraestructura que pidió es «la A-43 se termine de una vez, por el norte o por el sur», aunque recordó que el transporte prefiere la opción sur, con «un desdoblamiento por el norte», para que «se conecte de una vez Valencia con el puerto de Sines y con Portugal».
El alcalde hizo suya la petición, pero recordó que «nos han cerrado las puertas» al decir que no hay «nada pensado» para la autovía hacia Toledo, no hay pensado nada para la A-43 o que hay que conformarse «con que nos arreglen las carreteras». «Ya faltaría más que las carreteras fuesen un bache continuo, como pasa en algún sector». El edil señaló la necesidad de implicar a la Junta en esta cuestión, aunque las carreteras sean del Ministerio, por«para buscar un horizonte de compromiso para este tipo de infraestructuras».