Los 'Hispanos' inician el camino hacia otro podio olímpico

EFE / LT
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El ciudadrealeño Miguel Sánchez-Migallón disputa sus segundos Juegos tras lograr el bronce en Tokio. El debut, este sábado a las 9 horas ante Eslovenia

Miguel Sánchez-Migallón. - Foto: Tomás Fernández de Moya

La selección española de balonmano, con el ciudadrealeño Miguel Sánchez-Migallón en sus filas, viaja a los Juegos de París dispuesta a demostrar que su temprana eliminación en el pasado Europeo de Alemania fue un mero accidente con la conquista de una nueva medalla olímpica que le devuelva a un podio del que no se bajaba desde 2020. El debut es este sábado a las 9 horas ante Eslovenia.

Cuatro años en los que los 'Hispanos' se han colgado un oro y una plata continentales, dos bronces mundialistas y un bronce olímpico, el cosechado en 2021 en Tokio, que demuestran la fiabilidad del conjunto dirigido por Jordi Ribera.

Una competitividad que no puede quedar cuestionada por el traspié sufrido el pasado mes de enero en Alemania, donde una aciaga tarde ante Croacia y un empate ante Austria, la gran revelación del torneo, apearon a España a las primeras de cambio del torneo.

Europeo en el que Jordi Ribera dio un nuevo paso en el relevo generacional que inició en el equipo nacional tras los pasados Juegos Olímpicos de Tokio y que tendrá continuidad en la cita parisina con la presencia del pivote Javi Rodríguez y el jovencísimo centralPetar Cikusa de tan sólo 18 años.

Esta renovación se verá acelerada en París con las bajas de última hora del pivote Gedeón Guardiola y del lateral Joan Cañellas, que tras quedarse fuera de los Juegos de Tokio por una inoportuna lesión en la fase de preparación volverá a perderse la cita olímpica tras sufrir una dolencia en el sóleo de la pierna derecha a días del inicio del torneo.

Contratiempo que impedirá a Cañellas, una pieza fundamental, al igual que Gedeón Guardiola, en los éxitos de los 'Hispanos' poner fin a su carrera con la ansiada medalla olímpica, la única que le faltaba en su palmarés.

Pero si algo ha demostrado el conjunto español en los últimos años es su capacidad para convertir cada adversidad en una motivación para dar un nuevo paso hacia adelante.

Si los internacionales españoles transformaron el dolor y la rabia por lo acaecido en el Europeo de Alemania en el acicate necesario para mostrar su mejor versión en el torneo preolímpico, en París intentarán compensar las ausencias de Guardiola y Cañellas redoblando su esfuerzo.

Algo fundamental para superar un durísimo grupo en el que con la excepción de Japón, que parece un peldaño por debajo del resto de equipos, las otras cuatro selecciones -Suecia, Alemania, Croacia y Eslovenia- no sólo se perfilan como claros candidatos a disputar los cuartos de final, sino como aspirantes a las medallas.

Aunque si complicado se antoja el camino para lograr una de las cuatro primeras plazas del grupo A que garantizan el acceso a los cuartos de final, no menos difíciles se perfilan los cruces.

Especialmente si no se logra uno de los dos primeros puestos, ya que cualquier otra posición parece conducir irremediablemente a un enfrenamiento con Francia, vigente campeón de Europa, o Dinamarca, último campeón de mundo, protagonistas de las dos últimas finales olímpicas.

No menos exigente que un duelo con franceses, oro en Tokio 2020, o daneses, campeones en Río 2016, se antojan los posibles choques con Noruega, Hungría, Egipto o Argentina, los otros componentes del grupo B.

Nombres que confirman la dureza de un torneo olímpico que pondrá a prueba la fortaleza de una selección española que, como recalca una y otra vez Jordi Ribera, se encuentra en pleno proceso de construcción.

Particularmente en defensa, faceta en la que los pivotes Abel Serdio y Javi Rodríguez tendrán que dar un paso adelante, como ya hizo el joven jugador azulgrana en la eliminatoria de clasificación mundialista ante Serbia, para hacer olvidar en el eje e la zaga a los veteranos Gedeón Guardiola y Viran Morros que tan buen papel hicieron en el preolímpico.

Una fortaleza defensiva sobre la que se han asentado los logros recientes de un equipo español que volverá a destacar en ataque por la versatilidad de sus jugadores de primera línea, una ventaja en un torneo en el que los entrenadores tan sólo podrán contar con catorce jugadores por partido, dos menos que en Europeos y Mundiales.

Cualidades con las que los 'Hispanos' tratarán de dar un paso adelante y disputar una final olímpica que se les resiste tras colgarse hasta cuatro medallas de bronce, la última hace tres años en los Juegos de Tokio.