Vicente Fernández y Victoria Quejigo, ciudadrealeños de 33 y 32 años respectivamente, han pasado la última década en Alemania. Ahora viven en Düsseldorf. Vicente emigró con 21 años, y Victoria lo siguió un año después. Desde entonces, han pasado todas las Navidades lejos de casa. La última vez que estuvieron en casa para estas fiestas, Mariano Rajoy estaba en el inicio de su primera legislatura, el Real Madrid tenía nueve Champions League y aquel verano estaba de moda hacer el 'Harlem Shake'. Se casaron en 2023, y este año vuelven por primera vez a celebrar estas fechas en Ciudad Real con la familia y los amigos. «Es como si fueran nuestras primeras Navidades», explica Vicente, emocionado. «Son 11 años sin pasar estas fechas con nuestra familia. La Navidad siempre me ha gustado por la felicidad que se respira, pero este año es especial. Ya tengo planificado con quién cenar en Nochebuena y con quién en Nochevieja. Llevo semanas nervioso», relata Vicente, visiblemente emocionado.
pequeñas cosas. La distancia ha cambiado su visión de las tradiciones. «Valoras mucho más los momentos en familia», reflexiona Victoria. «Cuando estás lejos, esas discusiones familiares que parecen tan importantes pierden peso. Al final, lo que echas de menos son las cosas bonitas: las risas, las sobremesas interminables, cocinar con mi madre... Ahora todo eso tiene un significado diferente», dice.
Durante su etapa en Alemania, Vicente y Victoria han intentado mantener el espíritu navideño y las tradiciones españolas. «Aunque estábamos solos, poníamos el árbol, preparábamos una cena especial y seguíamos nuestras tradiciones», explica Vicente. «Pero no es lo mismo. En Alemania la Navidad termina el 25, quitando Año Nuevo, mientras que en España tenemos hasta Reyes para disfrutar».
"Volver a casa después de 10 años fuera nos emociona" - Foto: Rueda VillaverdeAmbos coinciden en que una década fuera les ha hecho valorar las conexiones familiares. Pero también han sentido el peso de la distancia. «Hay personas que ya no están. Te das cuenta de que dejaste España siendo muy joven y que estas pueden ser las últimas Navidades con algunas personas», comenta Victoria. «Es un recordatorio de lo rápido que pasa el tiempo y de cómo las relaciones familiares cambian y evolucionan», explica Vicente, que añade: «Te piensas que el tiempo se para en España mientras tú estás en Alemania, pero no; la gente crece, mis primos ya tienen carreras y mis sobrinos cada vez son mayores».
En sus recuerdos, la Navidad siempre ha sido sinónimo de reuniones multitudinarias, ya que ambos provienen de familias muy numerosas. Para Vicente, era el día de juntarse con 50 familiares, entre primos, tíos y abuelos. «De pequeño lo veía como una pérdida de tiempo, pero ahora lo echo de menos. Esos momentos son irreemplazables», confiesa. Victoria, por su parte, rememora las horas en la cocina con su madre, preparando platos como los huevos encapotados, una tradición exclusiva de Nochevieja en su familia: «No te imaginas cómo le salen».
Más allá de la nostalgia, Vicente y Victoria llegan a Ciudad Real con una ilusión renovada. «Esto no es sólo descansar del trabajo, es recargar las pilas del corazón», afirma Vicente. «Volver a Ciudad Real es como reconectar con nuestras raíces, con quienes somos. Y sí, también con la comida: marisco, cochinillo, patés... Todo lo que en Alemania no tenemos, vaya», bromea.
"Volver a casa después de 10 años fuera nos emociona" - Foto: Rueda VillaverdePara Victoria, estas Navidades son también una oportunidad de cerrar ciclos. «Es emocionante pensar que volveremos a poner el árbol con mi familia, como cuando era niña. Aunque las cosas han cambiado, el espíritu sigue siendo el mismo. Y esta vez, incluso mis padres, que están separados, van a celebrar juntos. Es algo que nunca imaginé y que hace esta Navidad todavía más especial», relata.
Una de las mayores ilusiones de Vicente es pasar estas fiestas con sus dos sobrinos, que nunca ha visto en Navidad. «Me emociona pensar en verlos abrir regalos, en vivir esa magia de nuevo. Es como revivir mi propia infancia», comenta. Victoria, por su parte, espera reencontrarse con amigas que también vuelven a casa por estas fechas. «La Navidad en Ciudad Real siempre ha sido un punto de encuentro para todos. Ahora será mi turno de estar en esas fotos y videollamadas que tanto me daban envidia», dice ella con cierta añoranza.
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Tras una década fuera, Vicente y Victoria saben que este regreso será «un impasse, un sueño que recarga fuerzas para volver a la realidad», concluye Victoria. Y aunque este puede ser solo un paréntesis en su vida en Alemania, para ellos es un recordatorio de que, aunque el tiempo pase, el calor del hogar nunca desaparece.