Sus iniciales son F. J. S. L., de nacionalidad española, y este jueves se sienta en el banquillo de la Audiencia Provincial acusado de un delito de estafa, por el que la Fiscalía solicita 5 años de prisión y que devuelva el dinero que, supuestamente, estafó a la empresa para la que trabajaba, en concreto 722.293,52 euros, y que se habría gastado en casas de apuestas. Además, se pide que se le imponga una pena accesoria de 18 meses de multa a razón de 8 euros por día.
Según el escrito de acusación del ministerio público, el acusado, empleado de la empresa Melones y Sandías SL de Tomelloso, era el responsable de su contabilidad, lo que aprovechó para rellenar las fichas de sus proveedores con sus datos bancarios personales, ingresando un dinero que su empresa pensaba que estaba abonando a sus clientes de manera correcta. Para ello, F. J. S. L. habría creado hasta siete cuentas bancarias diferentes, en cinco entidades distintas, donde fue desviando pagos a proveedores desde el 19 de febrero de 2019 hasta que cesaba su relación laboral, en octubre de 2020.
El acusado, según se recoge en la acusación de la Fiscalía, destinaba gran parte del beneficio ilícitamente obtenido a satisfacer su necesidad de juego, empleándolo en diferentes casas de apuestas, "siendo reconocido, en cuanto a su salud mental, por médico forense, diagnosticando una adición de grado leve o quizás moderado".