El Campo de Montiel confía en dar un empujón a fijar población

Ana Pobes
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La Agenda de Desarrollo Urbano Rural es una experiencia piloto del Gobierno regional en diferentes territorios acuciados por la despoblación donde se necesita una plan de acción «firme, contundente y urgente»

El Campo de Montiel confía en dar un empujón a fijar población - Foto: RUEDA VILLAVERDE

La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha sigue trabajando en  su lucha contra la despoblación del medio rural. Una de sus últimas 'armas' es la elaboración y tramitación de Agendas de Desarrollo Urbano Rural (ADUR) en diferentes territorios afectados por una extrema o intensa despoblación. La comarca del Campo de Montiel es una de ellas, y aquí se llevará a cabo esta experiencia piloto del Gobierno regional que se desarrollará también en Sierra de Alcaraz (Albacete), Sierra y Mancha Conquense (Cuenca), Señorío de Molina (Guadalajara) y La Jara (Toledo).    

La Agenda de Desarrollo Urbano Rural es una herramienta que este lunes ya dio sus primeros pasos con la firma del convenio de colaboración entre el Ejecutivo autonómico y la Red Castellano Manchega de Desarrollo Rural (Recamder). Al acto, en representación del Campo de Montiel, acudió el alcalde de Puebla del Príncipe y presidente de Tierras de Libertad, Miguel Damián Ballesteros, quien, en declaraciones a La Tribuna, reconoció que esta agenda conllevará una serie de medidas que contribuirán a la fijación de población como, por ejemplo, con la puesta en marcha de un plan de desarrollo de la zona. Para ello, afirmó, se realizará un estudio para el crecimiento económico y generación de empleo para contribuir a estabilizar la población en una comarca, como la del Campo de Montiel, que pierde habitantes de forma ininterrumpida desde 1999, casi el 30%.

La mayoría  de los diecinueve pueblos que conforman Tierras de Libertad y otros muchos de la comarca están «afectados por intensa despoblación», lamenta Ballesteros. En su municipio, en Puebla del Príncipe, que forma parte de Tierra de Libertad, ha perdido centenares de habitantes en las últimas décadas. «Cuando era niño e iba al colegio, el municipio tenía algo más de 1.200 habitantes, ahora tengo 45 años y hay unos 650 vecinos», argumenta al tiempo en que confía en que esta Agenda de Desarrollo Urbano Rural dé un «empujón» a fijar población en una comarca donde «existe la problemática del transporte y del envejecimiento poblacional», por lo que se trabajará para «tener mejor transporte y vías de comunicación y también de conexión con localidades cercanas como Valdepeñas». Ballesteros abogó también por otro tipo de medidas, como la puesta en marcha del proyecto de regadío de Montizón, «que podría atraer también a muchos jóvenes, ya que cada vez son más los que se incorporan al campo». Todo ello, prosigue, junto con tener un programa de ayuda a domicilio «mejor y con más horas de asistencia» para los mayores.    

Se llevará a cabo un análisis exhaustivo y detallado de la realidad territorial de cada zona identificando los recursos, las necesidades y los principales retos en zonas  despobladas que necesitan un plan de acción «firme, contundente y urgente» como reconoció el presidente de Recamder, Jesús Ortega, este lunes durante la firma del convenio que se llevó a cabo en Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara, y que tendrá una duración de dos años. Ahora, tras el sello de ese convenio, el Ejecutivo autonómico sacará a licitación el estudio, que se llevará a cabo por una empresa, y tras su adjudicación se prevé que «en dos meses ya se empiece a trabajar en las diferentes medidas», apunta al tiempo que agradece a la Junta su apoyo en la batalla contra el despoblamiento.