El mercado del aceite atisba un enlace de campaña «complicado»

A. C.
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El sector oleícola augura problemas de stock antes del inicio de la nueva cosecha, pese a que las almazaras almacenan aún más de 29 toneladas y cada año se recoge antes la aceituna

Proceso de embotellamiento de aceite en una almazara ciudadrealeña. - Foto: Rueda Villaverde

Una de cal y otra de arena. Según los datos elaborados por el Ministerio de Agricultura y la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), el mercado del aceite de oliva español encadenó dos meses, marzo y abril, con un importante ritmo de salidas, a pesar de los altos precios. Sin embargo, si el comercio mantiene esta tendencia entre mayo y septiembre, se puede enfrentar a un enlace de campaña dramático, con unas cifras de existencias muy bajas. Un escenario que, no por previsible, después de dos malas cosechas consecutivas, inquieta a un sector que es clave dentro de la actividad agroalimentaria de la provincia.

A fecha 30 de abril, Ciudad Real era la quinta provincia de España con más existencias en sus almazaras, por detrás de Jaén, Córdoba, Sevilla y Granada, los 'gigantes' andaluces. A pesar de acumular aún 29.250 toneladas de aceite de oliva, frente a las más de 28.000 a las que ya han dado salida, el director general de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, Juan Miguel del Real, augura un enlace de campaña «complicado», con un nivel bajo de stock. Así se lo trasladan los responsables de las almazaras, que iniciaron la pasada campaña 2023-2024 con un depósito de tan sólo 3.502 toneladas.

Del Real explica que Castilla-La Mancha, en general, y la provincia de Ciudad Real, en particular, obtuvieron una cosecha corta, pero mejor de lo que apuntaban las previsiones iniciales. Destaca, en este sentido, el buen comportamiento del olivar en las comarcas del Campo de Calatrava y del Campo de Montiel y en términos municipales como Malagón. Sin embargo, el director general de Cooperativas recuerda que Andalucía es el termómetro del mercado en España y allí la campaña sí cumplió con las expectativas negativas.

Aunque la actividad comercializadora de aceite de oliva desciende en julio y agosto en España, el sector considera que no va a ser suficiente para generar mayor tranquilidad, puesto que operadores vecinos como Italia y Grecia, otras de las grandes potencias europeas, están también bajo mínimos y sólo pueden recurrir a España como fuente de suministro fundamental. La tendencia a adelantar el inicio de la campaña puede amortiguar, en parte, los problemas de escasez de aceite en las almazaras que se prevén a partir de septiembre. Juan Miguel del Real hace hincapié en que el mercado demanda cada vez más aceite verde o temprano, «lo que obliga a anticipar la recogida de la aceituna».

precios. En relación con el precio, las tímidas bajadas registradas en marzo y abril no fueron más que un espejismo. La única herramienta que tiene el sector para contener las salidas y asegurar el suministro hasta el enlace de campaña es subir los precios en origen, lo que conlleva también un doloroso incremento en el lineal. Sin embargo, las lluvias de primavera vislumbran un escenario más optimista de cara al curso 2024-2025. Si las condiciones meteorológicas no son adversas durante el verano, Del Real augura «una buena cosecha», que favorecerá que «el precio se equilibre tanto para los productores como para los consumidores». Las altas temperaturas en verano serán inevitables, así que los olivareros se aferran a las posibles precipitaciones de mayo, junio, septiembre y octubre para que los olivos, además de muchos kilos, «den un buen rendimiento».