Dos menores mantienen en la Audiencia Provincial de Ciudad Real que el psicólogo infantil que las trató en su consulta abusó de ellas cuando tenían 11 y 12 años. El acusado Pedro Julio Merino, un conocido psicólogo infantil en Ciudad Real por frecuentar los medios de comunicación y por sus charlas-coloquios y conferencia sobre acoso escolar, ciberbullying ..., niega los cargos. Ayer, prestó declaración a puerta cerrada en el juicio que comenzó en la Audiencia de Ciudad Real. A pesar de no ser audiencia pública, al término de la vista, se conocieron algunos testimonios y detalles.
El acusado se declaró inocente, su mujer le avaló y las menores a las que presuntamente sometió a abusos mantuvieron la acusación.
El fiscal considera en sus conclusiones provisionales que el procesado abusó de las menores tras ganarse la confianza como terapeuta, tanto de los padres como de ellas. Cuando se quedaba a solas con las niñas les aplicaba técnicas de relajación e inducción a la hipnosis «sin conocimiento ni consentimiento de los padres» y estando en ese estado de somnolencia, tendidas en la camilla, cometía presuntamente los abusos.
Los hechos se remontan a julio de 2016, cuando empezó a tratar a una menor de 12 años por presentar déficit de atención. La menor prestó ayer declaración ante el Tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial y sostuvo la acusación contra el psicólogo infantil encausado.
También declaró la otra menor que le denunció por hechos similares.En su caso, el psicólogo trataba a su hermano de siete de años (desde mayo de 2016) por problemas conductuales en el ámbito escolar. Las sesiones terapéuticas se desarrollaban en el despacho del ahora acusado con el menor, sus padres y su hermana. En noviembre del mismo año, llevó a cabo una sesión individual con la hermana del niño que estaba tratando sin consentimiento de los padres. Tras aplicarle técnicas de relajación e hipnosis realizó tocamientos a la niña. El 14 de noviembre hizo que la menor se sometiera a terapia individual en su despacho y, según las acusaciones, repitió la conducta delictiva. Aunque le dijo que era un secreto y que no debía contar nada, debido al fuerte impacto emocional que sufrió la menor, esa misma noche le contó a sus padres lo sucedido. Ayer, sus padres relataron a preguntas de las acusaciones y la defensa lo ocurrido, ratificando la declaración de su hija.
También subió al estrado una paciente del psicólogo como testigo de parte (de la defensa). El último testimonio que se escuchó en la primera sesión del juicio fue el de la mujer del procesado que subió al estrado a las 13.50 horas. Antes, el Tribunal decidió suspender el juicio hasta el próximo jueves a la vista de la hora y quedar una decena de testigos, además de las pruebas periciales e informes finales.
Deferencia. La forense y la psicóloga y la trabajadora social del equipo psicosocial del Instituto de Medicina Legal de Ciudad Real, que aguardaron toda la mañana para informar de su pericia, finalmente fueron citadas para el próximo jueves.Poco antes de las dos de la tarde les comunicaron que el Tribunal había decidido suspende la vista hasta el 2 de mayo al alargarse la primera sesión del juicio.
Sin embargo, sí subió al estrado el perito de la defensa, el psicólogo Carlos Cuadrado Gómez, de Madrid, al aducir que el 2 (festivo en Madrid) no podía venir a Ciudad Real. El Tribunal tuvo una deferencia y pudo informar de su informe a preguntas del abogado del procesado y de las acusaciones.
El fiscal pide 17 años y seis meses por dos delitos continuados de abuso sexual a menores, pena que eleva a 18 años la abogada Concha Marín, que ejerce la acusación particular en representación del programa Revelas de atención psicológica y jurídica a menores víctimas de abusos.
La defensa pide la absolución.