La Audiencia Provincial ha condenado al guardia civil de Almadén, principal acusado de la operación 'Cinabrio', a dos años de cárcel por el delito de descubrimiento y revelación de secretos, y seis meses más por el de falsedad en documento oficial. Una sentencia, a la que ha tenido acceso La Tribuna, que ha recibido con satisfacción tanto el afectado, José Luis G. L., como su abogado, que confirmaba a este periódico que solicitará la suspensión de la pena, esto es, que no tenga que entrar en prisión, ya que ninguna de las dos condenas, de manera individual, supera los dos años de privación de libertad. 

Además, como recuerda su letrado, Ángel Rico, el jurado popular que juzgó este proceso ya informó de manera favorable de la posibilidad de la suspensión de la pena. «Estamos satisfechos porque ya fue absuelto del resto de delitos por los que se le acusaba y que sumaban 15 años -el de cohecho-, respecto a los cuales siempre defendimos su inocencia. Y satisfacción también por la sentencia, en la que se imponen las penas mínimas contempladas en el Código Penal para esos dos delitos. Han sido 4 años muy duros para mi defendido», resumía Rico.

En su sentencia, el magistrado contempla la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas en ambos delitos. Además, condena al guardia civil de Almadén a la inhabilitación durante el tiempo de la condena de todo empleo o cargo público. Ya estuvo en prisión provisional un mes. 

El jurado popular absolvía a los otros cuatro acusados que se sentaron en el banquillo.