El alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares; el presidente de la Diputación y presidente de los populares en la provincia, Miguel Ángel Valverde; y la coordinadora del Consejo de Gestión Política del PP-CLM, Tania Andicoberry, coincidieron ayer en señalar que unirán fuerzas para reclamar a los gobiernos socialistas de España y de Castilla-La Mancha la conexión por autovía de Ciudad Real y Toledo. De esta forma se pronunciaron en una rueda de prensa previa a la reunión del área de Fomento del Consejo de Gestión Política, donde también participó el responsable del área, José Manuel Labrador, así como el vicepresidente de la mesa de las Cortes Regionales, Santiago Lucas-Torres.
En el caso de Tania Andicoberry, mostró su indignación ante el «abandono» de los gobiernos socialistas. Una actitud que «roza la tomadura de pelo», indicó el PP en un comunicado de prensa. Así, afirmó que su partido va a reclamar al Gobierno de Emiliano García-Page que reivindique esta conexión por autovía, ya que es «demencial» que dos capitales de la región no estén conectadas por este tipo de vía y que el Gobierno regional «deje el proyecto en un cajón».
La también diputada regional lamentó que García-Page y el PSOE «no crean en nuestra tierra, algo que demuestran tras su silencio después del anuncio del Gobierno de España que confirma que entierra la posibilidad de la conexión por autovía», indicó el PP, al referirse al anuncio de arreglo y variantes para la N-401. Así señalaron directamente al vicepresidente de la Junta, José Manuel Caballero, al que preguntó «por qué calla ante Pedro Sánchez y no muestra su compromiso con Ciudad Real reivindicando esta infraestructura».
iniciativas. Andicoberry anunció que el PP regional planteará iniciativas junto a Cañizares y Valverde «y junto a la sociedad civil de la provincia y la región para seguir con esta reivindicación de forma seria y para recordar que García-Page, desde que es presidente, ha construido cero kilómetros de autovía en la región». También lamentó que «estamos acostumbrados a que las promesas de García-Page no se cumplan y a las mentiras del Gobierno de Castilla-La Mancha, que previo a elecciones dice mucho, pero después hace muy poco».
Por su parte, Valverde lamentó «el nulo compromiso del PSOE con la provincia, ya que han sido incapaces de plantear una solución a esta conexión, tomándole el pelo así a los ciudadrealeños». De esta forma, Valverde aventuró que la provincia perderá «dinamismo y oportunidades debido a la negativa socialista de infraestructuras básicas y necesarias como la conexión por autovía de Toledo y Ciudad Real, pero también por la prolongación de la A-43 hasta Portugal o de la continuación de la autovía del IV Centenario». «Es una decepción enorme comprobar cómo el Gobierno regional no defiende los intereses de su tierra», sentenció Valverde, que añadió que «se ríen de los ciudadanos de Ciudad Real, al dejar pasar las oportunidades para vertebrar la provincia». Por ello, Valverde preguntó por qué sucede eso, cuestionándose si ocurre porque «lo importante se va a otros territorios, como el País Vasco o Cataluña para pagar los acuerdos de Sánchez».
Mientras, el alcalde de Ciudad Real lamentó que los proyectos que vertebran la provincia como la autovía entre Toledo y Ciudad Real o la A-43 «no existen para el PSOE de Castilla-La Mancha ni de España, recordando que García-Page volvió a engañar a la ciudad en campaña electoral». De este modo, calificó como «grave» que, sabiendo que el desarrollo de los territorios está ligado a las comunicaciones, se prive a la ciudad y la provincia de estas infraestructuras después de 20 años hablando de ellas, «y que ni siquiera las tengan en consideración». Además, recordó las palabras del ministro de Transportes, Óscar Puente, en las que afirmaba que otra de las infraestructuras vitales para Ciudad Real, como es la A-43, era «un papel en blanco». «Es un ataque al futuro y las perspectivas de esta tierra», aseveró el primer edil ciudadrealeño, que también reflexionó sobre el futuro de las empresas que quieran instalarse en la provincia, «sin certidumbres del progreso de la misma porque no hay proyectos a futuro».