Desde primera hora de esta mañana, y en el marco de la III Semana Stop Ganadería Industrial, más de una veintena de activistas de Greenpeace han cortado el agua, de forma simultánea, en las oficinas de las confederaciones hidrográficas del Segura (Murcia), Duero (Valladolid) y Guadiana (Ciudad Real) para exigir medidas inmediatas "que permitan frenar la contaminación del agua por nitratos y revertir este gravísimo problema que afecta muy en particular a las futuras reservas del agua, es decir, a las aguas subterráneas".

Las personas activistas inmovilizadas en las llaves de paso portaban pancartas en las que se podía leer mensajes como "Agua cortada por mala gestión", "Las confederaciones no estáis protegiendo el agua" y, en las puertas principales,"¡Las macrogranjas envenenan el agua! ¡Medidas YA!".

Según informó Greenpeace en nota de prensa, "la contaminación del agua por nitratos se agrava y las confederaciones hidrográficas, como principales gestoras de este recurso, deben comprometerse a poner sobre la mesa en 2024 una estrategia con medidas valientes que impidan que las macrogranjas sigan envenenando el agua", ha declarado Luís Ferreirim, responsable de agricultura y ganadería de Greenpeace España. "Hoy les toca sentir qué significa no tener agua, como pasa cada vez a más pueblos en España debido a la contaminación por nitratos".

Activistas de Greenpeace cortan el agua a la CHG - Foto: Guillermo Carazo

En esta ocasión, Greenpeace ha elegido centrar su atención en las confederaciones hidrográficas ubicadas en estas ciudades por varias razones. En el caso de Castilla-La Mancha, en Ciudad Real denuncian que entre 2016 y 2019 el contenido medio de nitratos se incrementó un 36% y que casi la mitad (47%) del territorio de la comunidad autónoma estaba ya declarado como Zona Vulnerable a Nitratos en 2019.

"En 2021 la concentración de nitratos superó el máximo legal (50 mg/l) en 140 mediciones en aguas de consumo, según el Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo (SINAC) del Ministerio de Sanidad, y es la región donde más se incrementan los casos. En 2016 fueron 23 mediciones, 66 en 2017, 77 en 2018, 90 en 2019 y 111 en 2020. Es la tercera comunidad con más pueblos que se han quedado sin agua – 35 – por esta contaminación" y que la cabaña de porcino se incrementó un 39% en los últimos 10 años.

"Desde Greenpeace hemos reunido ya más de 500.000 firmas contra las macrogranjas. Miles de personas se han unido en iniciativas ciudadanas para medir la contaminación del agua por nitratos y cada vez más plataformas vecinales alzan la voz contra este destructivo modelo de ganadería. Es hora de que las autoridades escuchen el clamor social y pasen también a la acción", concluye Ferreirim.

Activistas de Greenpeace cortan el agua a la CHG - Foto: Guillermo Carazo

La organización conservacionista reclama que se tenga en consideración a la ciudadanía para realizar diagnósticos más amplios de la contaminación del agua por nitratos, que se incremente el número de estaciones de control de aguas subterráneas y superficiales y se amplíen los controles y frecuencia en aguas de consumo, que no se conceda ni una sola autorización más a nuevas explotaciones de ganadería intensiva, ni a ampliaciones de las existentes y que se exijan a las comunidades autónomas la declaración de nuevas zonas vulnerables a nitratos de acuerdo con los criterios establecidos. Por último, reclaman que no se concedan autorizaciones a nuevos regadíos intensivos, se reduzcan los existentes y se cierren todos los pozos ilegales.

Esta semana Greenpeace también ha enviado a los presidentes de las confederaciones kits de medición para que puedan medir las aguas de sus localidades estas navidades