Fran García ha vuelto este jueves a su localidad natal por primera vez desde que es jugador del Real Madrid. Lo ha hecho para un acto organizado por Salones Castilla, propiedad de su familia, para dar la posibilidad a los más jóvenes de Bolaños de compartir un momento con el futbolista. Su presencia allí desató una auténtica locura que hizo que estas amplias instalaciones hosteleras se quedaran pequeñas y las colas humanas salieran del edificio decenas de metros para desafiar el tremendo calor que hacía en la calle a mediodía.
Un autógrafo, una foto o unas breves palabras con su ídolo provocó que cientos de personas, superando con creces el millar, de todas las edades, acudieran a la cita con balones, fotografías y camisetas (del Real Madrid, del Rayo Vallecano y hasta de los clubes bolañegos) en busca de un autógrafo de Fran. Niños, niñas, padres, grupos de amigos, familiares.... Una hora antes de la hora prevista de inicio del acto (11 horas) ya estaba lleno el salón principal de la cafetería, con los más madrugadores en posición privilegiada después de haber desayunado allí mismo. Después, con el paso de los minutos y la cercanía de las once de la mañana, el goteo de personas siguió constante hasta el lugar para llenarlo por completo y obligar a abrir las puertas para que esa fila continuara en la acera.
Pese a esta marea humana, Fran García, acompañado siempre de su padre, recibía con una sonrisa a todos y cada uno de los niños y niñas y mayores que, después de esperar su turno, lograban llegar a la mesa para quedar cara a cara con su ídolo y el hombre del momento en el deporte provincial.
Fran García provoca la locura en Bolaños - Foto: LTEl flamante fichaje del Real Madrid, que además se proclamaba recientemente campeón de la Liga de las Naciones con la selección española, tenía previsto terminar esta larga e intensa mañana con una comida familiar en el mismo restaurante Castilla, para después regresar a Madrid para atender compromisos personales y profesionales. Su nueva situación deportiva va a impedir que Fran García pase este verano el tiempo que hubiera deseado en su Bolaños natal, donde sigue manteniendo su círculo de amigos de la infancia, pese a que abandonara el pueblo antes de cumplir los 14 años, hace ahora una década.
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