El Villarrubia sumó un empate amargo ante el Villacañas después de un partido loco, igualado, muy disputado y que, al fin y a la postre, se puede catalogar hasta de justo tras lo visto en los noventa minutos. Pliego, con un doblete (y van once goles), fue el autor de los dos tantos.
Tras finalizar el partido, Darío Martín explicaba en rueda de prensa que "nos fuimos con la sensación de que perdimos porque hicimos lo más difícil que es darle la vuelta al marcador. Fue un partido muy disputado y muy igualado. El rival se jugaba la vida y al final se nos escaparon los tres puntos. Es cierto que el cansancio hace mella y que la cabeza no funciona igual, pero el esfuerzo fue tremendo de los dos equipos y se puede catalogar como justo el empate".
En este sentido, lamentaba los contratiempos en forma de lesiones que obligó al técnico a hacer cambios. "Los cambios obligados nos condicionaron mucho, dos ventanas, una en cada parte y con tres tíos calentando. La verdad es que nos condicionaron mucho", subrayaba entrenador blanquiazul.
No obstante, Darío trataba de tener los pies en el suelo y buscar ese equilibrio emocional. "Hubiera sido peor haber perdido. Aquí no hay nada perdido ni antes había nada ganado. Toca ir a Cazalegas a ganar el partido y jugárnosla aquí en casa en el último partido. No voy a echar números, pero como ganemos el domingo, el último partido va a ver una fiesta aquí con el Toledo", sentenciaba el mister.
Por último, Darío reconocía que "aquí estamos para solucionar problemas y no caer en la tentación de venirnos abajo. Los 21 jugadores están trabajando para que les llegue el momento y el que salga sé que va a salir a por todas".
El Formac Villarrubia volvió al trabajo este jueves para preparar el encuentro del próximo domingo, a las 12 de la mañana, ante el Cazalegas.