Después de seis años sin acogida, Ciudad Real en Ayuda al Niño (Crean) recupera en 2025 la llegada de menores del área de influencia de Chernóbil para pasar las vacaciones en la provincia. Desde el año 2019 no se celebra esta actividad que se vio truncada primero por el coronavirus en 2020 y luego, cuando estaban a punto de reiniciar la campaña, por la guerra de Ucrania.
«Hay que volver a poner en marcha la maquinaria que teníamos, que funcionaba estupendamente, y ahora nos cuesta un poco más», explicó el secretario de Crean, Ignacio Cabrerizo, quien confía en traer 25 menores, la mitad de los que venían antes de la pandemia, pero con la vista puesta en retomar en un futuro la cifra anterior.
Estos menores vendrán con algunos cambios. El primero es que harán el viaje hasta Madrid desde Kiev en autobús, no habrá vuelos fletados por Crean como antiguamente, debido a que no existen aerolíneas que vuelen a Ucrania. La segunda son los requisitos que han cambiado, con la guerra por medio y por las propias familias.
«Estamos ahora, precisamente, en el proceso de encontrar familias acogedoras» y ya hay algunas que en el 2019 acogieron y que volverán a hacerlo. Entre estas últimas hay una familia que acogerá a la menor que estuvo entonces con ellos, una niña muy pequeña, y que aún está en edad de participar de nuevo en el programa. Cabrerizo recordó que si hay familias nuevas «sin problemas», si son «repetidoras», igualmente, porque la intención es que el proyecto se pueda desarrollar. «Aún nos quedan ocho o diez familias que encontrar», explicó el secretario de Crean.
«Vamos a tener el mismo periodo de acogida que antes, desde primeros de julio a últimos de agosto, unos 45 días» y se están ultimando las actividades, donde habrá seguramente un campamento o visitas a las piscinas, aspectos que les hagan olvidar por unas semanas, la guerra que vive su país.
«Esta es la actividad por la que Crean tiene sentido y por la que Crean nace», recordó Cabrerizo, quien expuso que en este tiempo no han estado carentes de propuestas y recordó el centenar de personas que llegaron al inicio de la guerra desde Polonia. «Esa no era nuestra actividad principal y que es traer niños en verano y estábamos cojos sin hacerlo». Cabrerizo reconoció que las circunstancias «no son las mejores», pero han considerado que era el momento de retomar esta iniciativa.