Hablar por una tablet

Hilario López Muñoz
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Las nuevas tecnologías se han convertido en un aliado de la atención temprana para TEA

La logopeda del centro de día de Aspacecire muestra el sistema de comunicación con la tablet. - Foto: RUEDA VILLAVERDE

Las nuevas tecnologías están abriendo vías de comunicación entre las familias y los menores afectados por el autismo, con un desarrollo del lenguaje, a través de la tablet, que permite ampliar los ideogramas hasta formar frases complejas y abrir líneas de diálogo con las personas autistas. Lo muestran centros de atención temprana (Cdiat) como el de Aspacecire.

«De 200 niños que tenemos en el Cdiat de Aspacecire, el porcentaje de niños autistas puede ser perfectamente un 20% por ciento con diagnóstico de autismo», lo que muestra la labor de prevención en el autismo que se desarrolla en colaboración con la unidad de diagnóstico precoz del Sescam y los pediatras, explicó la coordinadora del centro, María Sierra del Prado. «Esa unidad lleva un par de años y ha venido como agua de mayo» para poder elaborar un informe que apoye a esas familias a la hora de reivindicar tratamientos. «Antes se iban a Madrid o a centros específicos privados».

«Generalmente, los niños llegan con problemas en la comunicación», indicó la logopeda Ana Belén Calvo, quien apuntó a que son menores que no miran o que tienen un retraso en el lenguaje y la comunicación. Esto último es clave, porque el objetivo es comunicar, aunque no se hable. «Si vas a China y no sabes expresarte en ese idioma podrías comunicarte» mediante símbolos y la empatía que suelen generar. «A estos niños no les falla el lenguaje, les falla la comunicación».

Por este motivo, la labor del centro ahonda en la posibilidad de comunicar aspectos como el hambre, pedir aquello que les gusta o plantear elementos claves en el día a día mediante la repetición en el hogar, que es el método de Aspacecire, tratando de trabajar, si se puede, en el entorno real del menor en vez de en el Cdiat. «Tenemos que intentar tirar de eso, ver qué intereses tiene ese niño». Por ejemplo, si quiere algún tipo de galletas, la tablet permite crear una imagen visual de aquello que le interesa y un símbolo de 'más' permite expresar su deseo. 

Se trata de un panel de comunicación de bolsillo, que se amplía con los intereses del menor y que va construyendo frases, aunque sea mediante esos símbolos. «Llega un momento que ya los niños se adelantan a la madre» y van, poco a poco, desarrollando «un sistema de comunicación natural, pero visual».

Esto es una muestra de los avances que se van logrando en las actuaciones para el autismo, un trastorno cuyo diagnóstico va en aumento, y para el que, en este caso, es clave la implicación de los padres que lo puedan «implementar» en su día a día y que trabajen en la repetición con los menores en casa, para que puedan abrirse opciones de comunicarse.