La ministra de Sanidad, Mónica García, anunció hace unos días la aprobación del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT) 2024-2027 tras superar las diferencias con las comunidades autónomas, recordando que es «una hoja de ruta» y que habrá que trasladarlo a «un espacio legislativo». Sus objetivos son claros: reducir el número de fumadores, especialmente entre los más jóvenes, y proteger la salud de la población.
En Ciudad Real, según datos de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), la población que no ha fumado nunca ya es mayoritaria. No era así hace sólo cuatro años, en 2019, cuando el 51% de los habitantes de la provincia aseguraba ser fumador o exfumador. Los datos de 2023 hablan de 241.362 ciudadrealeños no fumadores, el 58% del total. Casi 85.000 (el 20%) reconoce fumar a diario y sólo 7.653 (2%) de forma ocasional. El 20% son exfumadores.
El número de ciudadrealeños que fuma a diario se ha reducido sobre todo en la franja de 25 a 34 años de edad, siete puntos desde 2019, pasando del 35% al 28%. Pese a todo, con prácticamente tres fumadores de cada 10 personas, continúa siendo el segmento mayoritario. El consumo de tabaco cae seis puntos entre los 35 y 44 años, situándose en un 23%, y también entre los más jóvenes, cinco puntos entre los 15 y los 24 años. Aunque no lo recogen las estadísticas, cada vez son más los menores que tienen su primera experiencia con el tabaco antes incluso de esas edades. Un 3% de los mayores de 75 años reconoce que fuma todos los días, el mismo porcentaje que en 2019. Tampoco varía entre los 55 y los 64, un 22%.
En 2023 siguen fumando a diario más hombres (el 24% del total) que mujeres (16%), aunque la caída del consumo de tabaco ha sido similar en ambos sexos en los últimos años, de seis y siete puntos, respectivamente, desde el año 2009. También desciende el número de ciudadrealeños que fuma ocasionalmente, hasta situarse en un 1% entre las mujeres y un 3% entre los hombres.
Medidas del plan. Con el objetivo de reducir en los próximos tres años el número de personas que fuman, el Ministerio pondrá en marcha una ambiciosa estrategia, con medidas como regular la venta y el consumo de productos relacionados con el tabaco con y sin nicotina, como pueden ser, por ejemplo, los vapers o cigarrillos electrónicos. Además, se buscará equiparar la legislación de estos productos con la del tabaco tradicional.
Otras de las medidas son la creación de una nueva figura impositiva que establezca un gravamen específico para los cigarrillos electrónicos con nicotina; incrementar el precio de los cigarrillos y similares a través de medidas fiscales; implantar el empaquetado genérico de cigarrillos y prohibir los aditivos que confieran aromas al tabaco y a los productos relacionados; fomentar el abandono del tabaquismo y facilitar ayudas para dejar de fumar; incluir en la Cartera de Servicios común del Sistema Nacional de Salud (SNS) la intervención en tabaquismo en el ámbito hospitalario; y la ampliación de los espacios sin humo de tabaco y sin aerosoles de cigarrillos electrónicos y productos relacionados en determinados espacios de uso público o colectivo.