El embargo de viviendas cae a la cifra más baja en 10 años

A. Criado
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Los registros de la propiedad iniciaron e inscribieron 73 ejecuciones hipotecarias de casas en la provincia en 2024

Bloques de viviendas en Ciudad Real, en imagen de archivo - Foto: Rueda Villaverde

El número de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas en la provincia de Ciudad Real se situó en 73 en 2024, cifra un 21,5% inferior a la del 2023 y la más baja desde hace una década, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En 2014, primer año de la serie histórica, se iniciaron e inscribieron un total de 608 embargos en los registros de la propiedad.

En total, en 2024 se iniciaron 179 ejecuciones hipotecarias en Ciudad Real, un 20,9% más que el ejercicio anterior. Las fincas rústicas están detrás de este repunte. Los embargos crecieron un 250%, pasando de 14 a 49, el número más elevado de procedimientos desde 2015. Por su parte, las ejecuciones hipotecarias sobre fincas urbanas descendieron ligeramente hasta situarse en 130: bajan en viviendas y suben en solares y otros inmuebles.

Las ejecuciones hipotecarias registradas en Ciudad Real en 2024 representan el 21% del total regional, que se situó en 855, casi un centenar menos que el año anterior. Toledo fue la provincia con más embargos iniciados e inscritos, con 543, más de la mitad. El descenso regional (12,6%) está también por encima de la media nacional, que cayó un 4,84%, pasando de 19.326 a 20.262 casos.

Hay que recordar que no todas las ejecuciones de hipoteca terminan con el lanzamiento (desahucio) de sus propietarios. Si el deudor solo se han dejado sin pagar dos mensualidades, no hay problema, pero si los impagos son de entre tres y seis cuotas mensuales, la entidad financiera inicia un proceso de ejecución hipotecaria con el que no reclama sólo esas mensualidades atrasadas, sino el monto total del crédito pendiente a un interés que ronda entre el 20 y el 25%, por penalización.

Si no se puede pagar lo estipulado en la ejecución ni tampoco los avalistas del préstamo, si es que existen, se pasa a la subasta del inmueble. Si la casa es vivienda habitual, existe la posibilidad de rehabilitar el préstamo si el dueño paga las cuotas pendientes más los gastos. Eso quiere decir que hasta el día señalado para la subasta se puede entregar lo que se debe y evitar que se ejecute la vivienda, siempre que sea la vivienda principal de la familia. A partir de entonces, el propietario-deudor podrá seguir pagando la hipoteca como si no hubiese pasado nada. Esta posibilidad solo se puede ejercer una vez cada cinco años.